David Mendoza: El fenómeno Milei en Argentina y la “anatomía de una catástrofe”

David Mendoza: El fenómeno Milei en Argentina y la “anatomía de una catástrofe”

Javier Milei es un economista argentino, fiel creyente de la “escuela austriaca” (ultra liberal). Se ha hecho notar por su característica forma de enfrentar las entrevistas. Se presentará en las elecciones legislativas de noviembre de su país; esto, tras obtener más del 13 por ciento de la votación en las primarias, como pre candidato por la “Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

¿Por qué es tan importante como para dedicarle un artículo?

Porque se está volviendo muy popular en la juventud argentina, que ve en los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández, un deterioro de la calidad de vida de los argentinos, y una solución para dicho país, basada en las radicales ideas que socializa Milei. Y es que es difícil no empatizar con algunas de ellas si no tiene uno cuidado. El hombre es un embaucador muy astuto, con un gran dominio de la disciplina económica. Una mezcla muy bien estructurada de conocimiento, omisiones, mentiras y verdades, que avanza sin freno por el ideario de “la libertad” y “el crecimiento económico”. Algunos ejemplos:  





“El Banco Central nos roba; todos los años nos cobra más del 5% de impuesto inflacionario, por tanto, hay que eliminarlo”. ¿Quién en la Argentina (y ni se diga aquí en Venezuela) no va a simpatizar con esta idea, siendo que dicho banco es el responsable del desajuste monetario que sufre ese país, y de su inflación? Yo pienso en el de aquí y estoy que le digo que se venga con todos los gastos pagos.

“Los políticos se ponen detrás de los pobres para robar”. Esta frase resume los últimos 20 años de historia política de Venezuela.

Soy “anarco capitalista… El estado sólo para brindar seguridad y justicia”. De nuevo a uno, aun cuando sepa que aparte de extrema, esa idea es fundamentalmente injusta e inviable en el mundo actual; dado el grado de violencia, abuso, corrupción y sobre dimensionamiento del estado y del ejercicio del poder público no sólo en la Argentina, sino aquí en Venezuela de manera superlativa ¿quién no va a sentir aunque sea una cosquillita con esta idea?

“Las políticas redistributivas son un robo y además son violentas… si querés regalar hacelo de bolsillo no con el dinero de los demás”. Con esta idea no simpatizo para nada. Mi opinión la expresé en el artículo publicado el 5 mayo, 2020, y recogido en el libro Termómetro Económico Tomo II, titulado “Robín Hood, los hombres alegres del bosque y el príncipe Juan”. Aquí un extracto: “La otra cara del sistema redistributivo de Robin, es que corre la suerte de cualquier sistema redistributivo. Los nobles a los cuales se les cobró este impuesto robiniano, tildarán de robo, arbitrariedad, esquilmo y despojo el “aporte” obligatorio o expropiación, y buscarán la manera de deshacerse de todos y cada uno de los “alegres hombres del bosque” aunque para lograrlo tengan que achicharrar hasta a la más minúscula hormiga que vive ahí. Es así que aumenta la conflictividad con los poderes fácticos.  Por otra parte, si en su apetito justiciero, Robin excede la justa medida redistributiva y pretendiera, en poco tiempo cubrir las demandas sociales adeudadas y acumuladas, correría el riesgo de destruir la capacidad productiva instalada, sostén de la producción de bienestar y riqueza, con lo cual el remedio sería más dañino que la enfermedad.  Así mismo, estaría enviando el mensaje a los nobles, de que de nada vale producir para acumular riqueza porque les será expropiada, y esto, logrará desincentivar la producción. También estaría diciendo a los pobres de la aldea, que no necesitan producir, pues él y sus alegres hombres del bosque se encargarán de atender todas sus necesidades, y esto otro, también desincentiva la producción. Si Robin no tiene cuidado, en poco tiempo pudiera acabar con la producción de Nottingham”.

Por otra parte, quiero resaltar la calificación que hace de “robo”, tanto a los impuestos como a la redistribución de la riqueza. Aquí se derrumba el edificio conceptual de cualquiera que se autodenomine “anarco” y hable de “robo” para defender los “derechos de propiedad”. La primera frase del libro “¿Qué es la propiedad?” del padre del anarquismo en occidente, el filósofo francés Pierre-Joseph Proudhon es “la propiedad es un robo”; haciendo especial énfasis en que la “propiedad” es asignada “producto y bajo el auspicio de” un “estado”, que da ventajas a unos sobre otros. Dos ejemplos ideales de esto son los bancos y los casinos. Para montar un banco o un casino, se debe contar con la “buena pro” del “gobierno”. No todo el mundo tiene acceso a este tipo de negocios. Ahora bien, Proudhon propone la desaparición del estado. Esta idea, es la que fundamenta al anarquismo. Por tanto, podemos encontrarlo presente en las ideas socialistas como es el caso de Mijaíl Bakunin; el cual se enfrentó a Marx, porque sostenía que la “dictadura del proletariado” terminaría siendo un estado injusto, que crearía una nueva clase privilegiada; aquello terminó siendo una profecía en “la Unión Soviética” y en Venezuela. Y en las ideas capitalistas; estos últimos se denominan como el Señor Milei “anarco capitalistas”.

 ¿Se puede aplicar esa “filosofía” “anarco capitalista”?

Habría que empezar de cero. Es decir, si queremos justicia en la asignación original de los derechos de propiedad, habría que recogerlo todo y volverlo a asignar; de otro modo, sólo estaríamos quitando a los desfavorecidos de hoy, la posibilidad de atención social, sin ningún beneficio alternativo; esa es otra grieta gigante en este pensamiento ¿Cómo van a resolver los derechos de propiedad ya asignada de manera injusta, producto del ejercicio del poder del estado? ¿Querrán los ricos de hoy, promotores de esta idea, recoger toda la mano y volver a repartir de cero para jugar con las nuevas reglas o querrán empezar con las nuevas reglas, pero conservando sus montoncitos de fichas? Esto, sin hablar de “fallas del mercado”. 

¿Y por qué ocurre un Milei?   Por las mismas razones que ocurrió un Chávez. Venden soluciones radicalmente estrafalarias a una población cansada de desmadres. Aquí nos han vendido desde una invasión, hasta un gobierno (paralelo) interino, “protectores” y “salvadores”. Lo que me lleva a la “Anatomía de una catástrofe”.

Anatomía de una catástrofe: Organizado y útil libro del economista José Guerra, publicado por “Dahbar Editorial”. Recoge de manera simple y sintética los últimos 100 años de las “políticas económicas de los gobiernos de Venezuela”. Cito: “Nicolás Maduro (2013-2020)… El comportamiento mediocre de la economía también se expresó en la conducción de la política económica, la cual mantuvo un ritmo zigzagueante típico de los gobiernos que no tienen claros sus objetivos, los medios para alcanzarlos o que son presa de contradicciones insalvables”.   A discutirlo en las aulas de clase de los liceos y las universidades.


Comunícate con nosotros a través de instagram: @termometro.economico o por nuestra página web: http://termometroeconomico.com o por latribuhy@gmail.com