Lo que hallaron en una cámara de neandertales sellada durante 40 años en Gibraltar

Lo que hallaron en una cámara de neandertales sellada durante 40 años en Gibraltar

Desde la izquierda, las entradas a las cuevas de Bennett, Gorham, Vanguard y Hyaena, que constituyen las cuatro cuevas principales del complejo de Gorham. Fotografía: Clive Finlayson/Museo de Gibraltar

 

El reciente descubrimiento de una nueva cámara en una red de cuevas en el Peñón de Gibraltar, sellada al mundo durante al menos 40.000 años, podría arrojar luz sobre la cultura y las costumbres de los neandertales que ocuparon la zona durante miles de siglos.

Por: Infobae





En 2012, los expertos comenzaron a examinar la cueva de Vanguard, que forma parte del complejo de la cueva de Gorham, para determinar sus verdaderas dimensiones y comprobar si contenía pasajes y cámaras que habían sido taponados por la arena.

En agosto pasado, el equipo, dirigido por el profesor Clive Finlayson, biólogo evolutivo que trabaja como director del Museo Nacional de Gibraltar, halló una brecha en el sedimento, que los condujo a un espacio de 13 metros en el techo de la cueva, donde las estalactitas colgaban del techo y las cortinas rotas de roca sugerían daños causados por un antiguo terremoto.

“Es toda una cámara”, declaró Finlayson al medio británico The Guardian. “En cierto modo, es casi como descubrir la tumba de Tutankamón; entras en un espacio en el que nadie ha entrado en 40.000 años. Es bastante aleccionador, la verdad”, agregó.

 

La cueva de Vanguard, que forma parte del complejo de la Cueva de Gorham, donde se realizó el descubrimiento. Fotografía: Gobierno de Gibraltar

 

En la superficie de la cámara había huesos de la pata de un lince, vértebras de una hiena manchada y el gran hueso del ala de un buitre leonado, según The Guardian.

“Algo arrastró las cosas hasta allí hace mucho tiempo”, dijo Finlayson. “También hemos encontrado seis o siete ejemplos de marcas de garras arañadas en las paredes de la cueva. Normalmente se asocia ese tipo de marcas de garras con los osos, y tenemos restos de osos en la cueva, pero me parecen un poco pequeños. Me pregunto si el lince cuyo fémur encontramos estaba arañando las paredes”, añadió.

Aunque los huesos -que no mostraban cortes ni marcas consistentes con la intervención humana- son interesantes en sí mismos, el equipo también encontró una gran concha de ballena de perro (un caracol marino) que plantea varias posibilidades.

“Esa parte de la cueva está probablemente a 20 metros sobre el nivel del mar en la actualidad, así que está claro que alguien la llevó hasta allí en algún momento antes de hace 40.000 años”, indicó el profesor. “Eso ya es un indicio de que la gente ha estado allí”, aseguró en declaraciones a The Guardian.

 

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Hallazgos previos

En otros lugares de las cuevas, el equipo recuperó pruebas de la ocupación neandertal, desde hogares y herramientas de piedra hasta restos de animales descuartizados, entre ellos ciervos rojos, íbices, focas y delfines. En 2017, los investigadores hallaron el diente de leche de un niño neandertal de cuatro años en una zona frecuentada por hienas.

“Seguimos buscando allí, pero no hubo ocupación por parte de los neandertales en ese nivel, así que sospechamos que las hienas se llevaron al niño, lo mataron y lo arrastraron al fondo de la cueva”, explicó.

“Una de las cosas que hemos encontrado en muchos niveles de esta cueva es una clara evidencia de ocupación: hogueras y demás. Lo que no hemos encontrado es dónde enterraban a los suyos. Ya que estamos especulando, una cámara en el fondo de una cueva podría ser bastante sugerente; es una especulación total, pero no vas a enterrar a la gente en tu cocina o en tu salón”, señaló el biólogo.

 

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Los investigadores creen que la nueva zona podría aportar valiosas pistas sobre la existencia y la sociedad de estos neandertales costeros y mediterráneos.

“Estas cuevas nos han proporcionado una gran cantidad de información sobre el comportamiento de estas personas. Y, lejos de la antigua visión de seres brutos y simiescos, nos estamos dando cuenta de que en todos los aspectos eran humanos, y capaces de la mayoría de las cosas que los humanos modernos eran capaces de hacer. Incluso sabemos que intercambiaban genes”, afirmó al medio británico.

Para el profesor, la búsqueda real se trata de averiguar quiénes eran los neandertales, cómo vivían, cómo murieron y cómo sobrevivieron.

“Me enorgullece decir que he hecho mi prueba, y que tengo un dos coma algo de ADN neandertal en mí. Podría decirse que nunca se extinguieron porque todavía hay un poco de ellos en nosotros”, concluyó Finlayson.