Engelbert Rivero: La caída autocrática y el renacer democrático

Engelbert Rivero: La caída autocrática y el renacer democrático

Engelbert Rivero Montenegro @engelbertrivero

Una de las últimas imágenes que recuerdo de Hugo Chávez es verlo en cadena de radio y televisión, caminando por la Plaza Bolívar, gritando “exprópiese, exprópiese” señalando algunos negocios particulares de los alrededores. Era el paroxismo de la autócrata, entre aplausos de sus correligionarios, entre ellos Nicolás Maduro, se insistía en estatizar cada rincón del país, que nada ni nadie pudiese tener acceso a la propiedad privada y a la libre empresa. Ante la locura, siempre hubo voces que alertaron del riesgo de caer en un abismo improductivo, inflacionario y precario, entre ellos resaltan las cámaras de empresarios, desde Fedecámaras hasta cada Cámara de Comercio en cada ciudad.

Los gremios empresariales no salieron en defensa de sus legítimos intereses, salieron en defensa de los principios que dan soporte a los derechos económicos de todos los venezolanos: la libre empresa y la propiedad privada. Enfrentaron todo, persecución, expropiación, voracidad fiscal y hiperinflación, dolarización de facto y, llegados todos al llegadero largamente alertado de la Crisis Humanitaria Compleja, finalmente, Nicolás Maduro se declara “en favor del emprendimiento” y considera pertinente “brindar exencionesy exoneraciones fiscales a los emprendedores”. Una reacción tardía, 20 años de retraso, pero útil. Finalmente, se entendió que todo en manos del Estado era dañino para todos los ciudadanos.

Ahora bien, la economía nacional, ese enfermo terminal, no sana con algunas palabras con buenas intenciones. Los empresarios han advertido que el crecimiento económico solo puede reanudarse con reglas claras, con seguridad jurídica, con sentido sólido de la institucionalidad que el Estado de Derecho puede proporcionar. Tales términos son ajenos a la naturaleza autocrática del régimen





Cuando hemos tenido la oportunidad, los municipalistas de Acción Democrática en Carabobo, nos hemos reunido con los gremios empresariales regionales, industriales y comerciales, para intercambiar puntos de vista y hemos encontrado muchas coincidencias. Ciertamente es importante poner fin a la voracidad fiscal, pero además, se requiere una tutela juridica efectiva que permita el cumplimiento de la ley y evitar la altísima discrecionalidad funcionarial que hace de un burócrata en una alcaldía un pequeño rey absolutista del siglo XIX, asimismo es necesario incrementar la inversión pública en equipamiento urbano dado que el deterioro de la infraestructura pública y los servicios públicos incrementan los costos a la actividad productiva.

Lógicamente, se requiere reactivar el diálogo tripartito dado que sin contrataciones colectivas justas que permitan restituir el poder de compra del salario el mercado interno no tendrá el nivel de consumo y dinamismo que permita el fortalecimiento de la empresa privada tal como existía antes de la “Revolución”. En definitiva, no es solo una dádiva fiscal milagrosa, anunciada en cadena, lo que cambiará la crisis económica, es el retorno del tejido de la institucionalidad democrática la que puede traer consigo el renacer de la empresa privada.

Hay que agradecer el tesón del empresariado nacional no solo por insistir en defender sus principios durante tanto tiempo y en medio de grades dificultades, muchos empresarios son auténticos héroes con solo abrir sus santamarías a diario, no obstante, la lucha por el derecho de cada venezolano a acceder a la propiedad privada, a emprender sus iniciativas y a la libre empresa requiere la incorporación de toda la sociedad civil. Requiere sumar a los gremios profesionales, requiere de los trabajadores y de los partidos políticos, en estos últimos las tareas son fundamentales, los partidos deben formular desde su liderazgo una oferta electoral completa, integral, que refleje los intereses de la sociedad y sea, negro sobre blanco, un programa de gobierno que sirva de hoja de ruta. Los municipalistas socialdemócratas no conocemos otra forma para hacer eso sin el contante dialogo entre los distintos actores sociales, hasta que se invente una eficaz herramienta tecnológica que permita la telepatía entre los seres humanos, la única vía para comprender los pensamientos de unos y otros es escuchandonos y cualquiera puede dar el primer paso para esa tarea de inestimable valor.

Engelbert Rivero M
@engelbertrivero