William Anseume: El irresponsable uso político de las vacunas cubanas

William Anseume: El irresponsable uso político de las vacunas cubanas

Nicolás Maduro vuelve a anunciar la entrega “generosa” de Cuba a Venezuela de 15 millones de dosis de un líquido que apenas llega a candidata a ser vacuna, la Abdala. Amenaza, además, que con ella podrá atenderse la necesidad de vacunación de 5 millones de venezolanos en tres dosis cada uno.

La Academia de Medicina, antes de este último anuncio, con la seriedad y responsabilidad característica de esta corporación, ha señalado elementos dignos de tenerse en cuenta antes de dejarse llevar por este otro acto irresponsable del regimen. Para esta Academia de científicos la candidata vacunal Abdala no llega a vacuna porque ninguna revista de prestigio ha publicado los estudios con sus resultados donde se reconozca la efectividad del líquido. También porque ni la misma agencia reguladora de medicamentos de Cuba ha autorizado su uso y, finalmente, porque la Organización Mundial de la Salud tampoco le ha dado su visto bueno para la aplicación en el mundo.

Por todo esto, resulta una irresponsabilidad la vacunación con Abdala, por las consecuencias de inyectarla en 5 millones de venezolanos, niños y adolescentes. No se conoce su efectividad, ni sus secuelas, que podrían no ser ningunas. Pero hay una muy significativa: si no protege con suficiencia tanto niños como adolescentes pueden considerarse altamente protegidos, cuando no lo están efectivamente, sin saber si acaso hay daños colaterales.





Nada que toque el régimen deja de politizarlo e idiologizarlo. Imposible aceptar que por un interés de vuelta a clases inmediatas, por un interés de dar visos de normalidad entre la ciudadanía como respuesta al mal manejo de la pandemia que hace estragos hoy mismo en la población, por un interés de que la gente salga a votar en elecciones fraudulentas, descaradas en su trampa, se quiera exponer así a la población, cuando el virus causa este desastre que está causando de muertos, de contagiados, de perdidas de recursos materiales para todos.

Si el régimen criminal es irresponsable en esto, la que no puede ser irresponsable es la ciudadanía. Usted señor, usted señora no debe llevar su niño a vacunarse con ese líquido. Ustedes no debe permitir que a sus hijos le coloquen eso. Y los jóvenes niños y adolescentes deben estar alertas. Obligados no serán a colocarse ese experimento que vacuna no es. Debemos todos alertar y evitar la colocación de esas pócimas en nuestros niños. Y denunciar a todo trapo la irresponsabilidad en un tema tan delicado para la población. La vida y su cuidado son derechos humanos.