Honor a quien honor merece, por @ArmandoMartini

Honor a quien honor merece, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

Hay periodistas y periodistas. Mordaces, incisivos, exagerados, inteligentes, de fina pluma y espléndido texto. De investigación, profunda en detalle para revelar información clandestina, secreta, comprobarla, garantizar respeto a la ética, protección de la fuente y autonomía de la línea editorial. De farándula, entretenimiento, chismes, pendientes de inquisiciones buenas y malas del mundo artístico. Especialistas en deportes, actualización de estadísticas, comentarios equilibrados para satisfacción de la compleja fanaticada. Y, también están los de mala entraña, sin credibilidad, poca reputación, patrañeros, chapuceros, oportunistas aprovechadores de vicios ocultos cuya revelación pública puede ser denunciada. 

Los hay comunes y corrientes, de todas clases, jóvenes cargados de ilusiones, veteranos llenos de experiencias, éxitos y frustraciones. Los triunfadores no por casualidad sino por empeño, de todos los días y grandes historias. Actividad de recolectar, sintetizar y publicar información relativa a hechos del presente, pasado y/o futuro; presentar información valiosa, buscar fuentes seguras y verificables.

Excelsos escritores han sido periodistas, villanos algunos, pero la inmensa mayoría comprometida y dispuesta al sacrificio por la inclinación que sienten para dedicarse a una forma de vida; no es un oficio, es vocación, misión de vida. El periodista puede llegar lejos o ser parte de un grupo que ha tomado la historia diaria como existencia. Lo que es el periodismo según decía José Moradell, “la historia de cada día”. 





El Nobel de la Paz premió la valiente lucha por la libertad de expresión. Demasiado había tardado, profesionales del periodismo que han hecho de la defensa ciudadana y sus derechos motivo, perseverancia de vida. Mujer igorote, filipina, centró su enfoque en la criminal campaña antidrogas; y, hombre ruso, desde hace años informa temas censurados por el Gobierno. Ambos dedican su vocación a enfrentar tiranías, defender la autonomía y derechos de sus pueblos. 

Son ejemplos, símbolos para la humanidad pero no excepciones, el periodismo se ha destacado en el mundo precisamente por esa lucha, arrojo, coraje, poner la cara y talento frente a bayonetas, ejercicios de fuerza armada, sistemas judiciales arrodillados, postrados al servicio de tiranos despóticos y opresores, teniendo sólo la dignidad como arma, la valentía como defensa ante abusos, violación de los Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad.

Sin alardes defienden sistemas de libertades y mayorías, manumisión y derechos. Son incontables los que deben ser reconocidos para orgullo, dicha y satisfacción en democracias plenas, con aún más brillo, en intolerancias de regímenes sin piedad ni compasión.

El Premio Nobel de la Paz 2021 para estos dos profesionales de la comunicación galardonados gracias a su labor para salvaguardar la independencia de expresión, condición previa para la democracia y concordia duradera, debe complacernos, pero no es suficiente, que dos de tantos hayan sido premiados. El periodismo es defensor de la paz por antonomasia, verdaderos líderes de la protección ciudadana y resguardo de sus derechos. En Venezuela, con vanidad e inmodestia del gentilicio y orgullo de la venezolanidad, tenemos estupendos modelos incluyendo víctimas. En veintidós años de ultraje y afrenta han exiliado a muchos pero jamás logrado silenciar la custodia de los derechos venezolanos.

María Ressa cofundadora de ‘Rappler’, empresa abocada a medios digitales para hacer periodismo de investigación, utilizando el albedrío de expresión para exhibir el abuso de poder, violencia y autoritarismo. Contribuyó a la documentación de cómo las redes sociales son utilizadas para difundir noticias falsas, perseguir adversarios e influir en el discurso público. Sus trabajos exhiben la controvertida gestión y política antidrogas de Rodrigo Duterte que, con su campaña para combatir al narcotráfico, miles murieron en condiciones de dudosa legalidad, como redadas policiales sin autorización. 

Dimitry Muratov fundador del periódico ‘Novaja Gazeta’ en 1993, defendió durante décadas la libertad de expresión en condiciones cada vez más desafiantes. Se convirtió en proveedor de informaciones censuradas por la sociedad rusa. Incluso, seis periodistas del medio impreso fueron asesinados desde su fundación.

El periodismo libre, independiente, basado en hechos sirve para proteger contra la perversidad e injusticia del poder, resguardarnos de las mentiras y propaganda picara e indigna. El honor de la distinción merecida se debe a que son representantes de los periodistas que defienden este ideal en un mundo en el que la democracia y libertad de prensa se enfrentan a condiciones adversas, hostiles y peligrosas. El periodismo con emancipación como vocación y compromiso es una de las grandezas de Venezuela, antes, hoy, y mañana.

@ArmandoMartini