Temblando por el aire helado de enero, vestida nada más que una bata, Lesley Whittle, de 17 años, fue obligada a bajar por una escalera de metal a un desagüe oscuro y apestoso mientras su secuestrador enmascarado le apuntaba con una pistola en la cabeza.
Por The Sun
Traducción libre de lapatilla.com
La adolescente que provenía de una familia adinerada, había sido secuestrada de su cuarto en el tranquilo pueblo de Highley, Shropshire, por el asesino en serie Donald Neilson, conocido como “Black Panther” (La Pantera Negra).
Durante los días siguientes, una serie de errores significó que el dinero por el rescate de 50.000 libras, exigido por Neilson, nunca fue entregado.
Pasarían seis semanas antes de que su cuerpo fuera descubierto, en marzo de 1975, colgando de la soga de alambre de metal que su captor le había puesto alrededor del cuello para evitar que escapara de la prisión a oscuras.
Neilson, que ya había matado a tres subdirectores de correos en robos a mano armada, fue encarcelado de por vida por los asesinatos y murió en prisión en 2011.
Ahora, el asesinato del adolescente, que conmocionó a la nación, se reexamina en un nuevo documental llamado “The Abduction of Lesley Whittle”.
Junto con las contribuciones de los oficiales involucrados en el caso, el programa presenta escalofriantes grabaciones de la voz de Lesley, asegurando a su angustiada familia que estaba siendo “tratada muy bien” e instándoles a aceptar las demandas de Neilson.
Hay relatos de la vida hogareña de Neilson, en palabras de su hija Kathryn, solo dos años más joven que Lesley, quien dice que se volvió cada vez más controlador en el transcurso de su ola de asesinatos.
“Se puso cada vez más de mal humor en casa. Fue como si un monstruo se hubiera apoderado de él, su mente y su cuerpo”, escribió en su libro, “Detrás de la sonrisa de la pantera” “Ahora sé por qué se volvió tan intolerable en casa. Nadie podía vivir normalmente con los horrores que tenía en su conciencia ”.
– Crueles asesinatos por dinero en efectivo-
Nacido Donald Nappey, Neilson fue molestado en la escuela por su nombre y, después de perder a su madre a los 10 años, fue criado por un padre disciplinado que con frecuencia lo golpeaba y lo humillaba.
Hizo el Servicio Nacional en Kenia, Aden y Chipre y rápidamente se interesó por las armas.
Después de casarse con su esposa Irene a los 18 años, dejó el ejército, cambió su nombre y se mudó a Bradford con su hija, Kathryn, pero una serie de negocios fallidos lo dejaron cada vez más frustrado y resentido por su falta de dinero.
En ese momento, había cambiado de nombre y, a principios de la década de 1970, Neilson, cuyo lema era “controlar o ser controlado”, cometió una serie de 400 robos, siempre vestido de negro, con un pasamontañas y arrastrándose silenciosamente hacia los dormitorios sus víctimas sin despertarlos.
Pero después de ganar solo 16.000 libras en cinco años, intentó aumentar las apuestas, utilizando una escopeta y una pistola recortadas para organizar robos a mano armada en las oficinas de correos de todo el país.
Su primera víctima de asesinato fue el subdirector de correos Donald Skepper, asesinado a tiros en una redada armada en Harrogate en febrero de 1974.
Poco después irrumpió en la casa del subdirector de correos Derek Astin en Baxenden, Lancashire, y lo mató a tiros mientras yacía junto a su esposa en la cama.
La viuda Marion Astin describió al atacante vestido completamente de negro y “tan rápido que era como una pantera”, lo que llevó a la prensa a nombrarlo Pantera Negra.
Dos meses después, en noviembre de 1974, disparó y mató al director de correos Sidney Grayland en Langley, West Midlands, antes de golpear a su esposa Peggy con tanta severidad que casi muere.
Cuando la policía lanzó una persecución masiva, Kathryn dijo que su padre se obsesionó con la cobertura. “No sé si sintió algún remordimiento por sus víctimas”, escribió. “Estábamos viendo la televisión una noche y hubo un poco en las noticias sobre el asesinato de un subdirector de correos y mi padre dijo: Si alguien te apunta con un arma, espero que tengas más sentido común”.
“Mirando hacia atrás, solía tener mucho interés en las noticias de Black Panther. Si hablaba cuando había algo en la tele sobre las redadas, me decía que me callara”, recuerda Kathryn.
– Dirigido tras disputa por fortuna familiar –
Durante todo el tiempo que estuvo llevando a cabo las redadas, Neilson tenía una última recompensa en mente: el secuestro de Lesley Whittle.
La adolescente se convirtió en un objetivo debido a una disputa familiar pública sobre la voluntad de su padre George, quien murió en 1972.
Como director de una exitosa empresa de entrenadores en Shropshire, dejó una fortuna de 300.000 libras, equivalente a 4 millones de libras en la actualidad, para asociarse con Dorothy y sus dos hijos, Ronald y Lesley.
Pero la ex esposa Selena, que todavía estaba legalmente casada con él, lo demandó exitosamente por años de pensión alimenticia impaga.
Después de leer un informe periodístico sobre el caso, Neilson comenzó a planear su atroz crimen: vigilar la casa de la familia durante un año para establecer sus rutinas y la mejor manera de entrar y salir de la propiedad.
– Secuestrada en la oscuridad de la noche –
En las primeras horas del 14 de enero de 1975, Dorothy Whittle regresó a casa después de una salida nocturna, revisó a su hija dormida y tomó una pastilla para dormir antes de acostarse.
Poco después, Neilson cortó los cables telefónicos, entró a la casa por el garaje y entró en la habitación de Lesley donde la amordazó, le ató las manos y la obligó a salir de la casa en un carro Morris 1100 que había robado para el secuestro.
Luego llevó a la adolescente aterrorizada durante casi dos horas hasta Bathpool Park, Staffordshire, donde ya había identificado el escondite perfecto: un laberinto de desagües y túneles de 27 metros bajo tierra.
A la mañana siguiente, cuando Dorothy llevó un cuenco de cereales a la habitación de Lesley para despertarla, se había ido. Trató de llamar a su hijo de 28 años, Ron, que vivía cerca, pero las líneas estaban muertas, así que condujo hasta su casa.
A su regreso, Ron registró la casa y encontró una caja de delicias turcas que contenía cuatro rollos de Dymo-tape, cinta de plástico que se podía perforar con letras y palabras, con un mensaje siniestro, diciendo que Lesley había sido secuestrada y exigiendo un rescate de 50.000 libras esterlinas. Unos alrededor de 428.000 libra hoy.
Contenía instrucciones para ir a un banco de cabinas telefónicas fuera de un centro comercial cercano esa noche entre las 6 p.m. y la 1 a.m. y esperar una llamada. Terminó con la siniestra amenaza: “Sin policía, sin trucos, o muerte”.
– Errores mortales por el rescate –
A pesar de la escalofriante advertencia, la familia se puso en contacto con la policía y el superintendente jefe Bob Booth, de la policía de West Mercia, se hizo cargo del caso.
Hicieron un plan para que Ron retirara 50.000 libras del banco y siguiera las instrucciones con la policía encubiertamente a cuestas.
Cuando la historia del secuestro se filtró a la prensa, a las 8 p.m., Booth canceló la operación, pero Ron no estaba allí para atender la llamada.
Al día siguiente, un empleado de Whittle recibió una llamada en la oficina y escuchó la voz de Lesley enviando un mensaje a Dorothy.
“No hay necesidad de preocuparse, mamá, estoy bien”, dice en la cinta. “Me mojé un poco, pero ahora estoy seca. Me tratan muy bien”.
También dirigió a Ron a una cabina telefónica en Kidsgrove, cerca de Stoke-on-Trent, para encontrar instrucciones, que le indicaban que condujera hasta Bathpool Park con el rescate y se detuviera en una pared baja, encendiendo las luces delanteras.
Ron, con un policía escondido en la parte trasera del auto, siguió las instrucciones, pero se paso la pared y condujo más de 6 kilómetros antes de encender frenéticamente las luces y gritarle al secuestrador que “venga a buscar el dinero” pero nadie vino.
A la mañana siguiente, un equipo de búsqueda de la policía peinó Bathpool Park con perros rastreadores, pero no se encontraron rastros de Lesley ni de su secuestrador.
– Nuevas pistas conducen a un gran avance –
En la noche de la entrega fallida del rescate, el guardia de seguridad Gerald Smith recibió seis disparos de un intruso en la terminal Dudley Freightliner y sobrevivió. Los cartuchos recuperados de la escena relacionaron el tiroteo con los asesinatos en la oficina de correos y, días después, se registró un Morris 1100 abandonado en las cercanías.
Dentro había otra cinta con la voz de Lesley, sus zapatillas y un rollo de cinta Dymo, junto con huellas dactilares que vinculaban al conductor con los disparos.
La policía ahora sabía que el captor de Lesley era Black Panther, y que era lo suficientemente despiadado como para matar.
Aún sin estar más cerca de encontrar a Lesley, seis semanas después de su desaparición, DCS Booth y Ron Whittle lanzaron un mensaje televisivo. Al día siguiente, se entregó un trozo de cinta Dymo que decía “Coloque la maleta en el agujero” y una antorcha encajada en las rejillas de un conducto de ventilación, que encontraron los escolares locales en Bathpool Park.
La policía registró una vez más el parque, esta vez encontrando el sistema de drenaje y el conducto de ventilación. Al bajar tres escaleras hasta una plataforma bajo tierra, se encontraron con una escena horrible.
La bata azul de Lesley colgaba sobre la plataforma, que tenía solo 1 metro de ancho, y un saco de dormir y una manta de supervivencia yacían en el frío piso de acero.
Cuando un oficial encendió una antorcha debajo de la plataforma, encontró el cuerpo de Lesley, colgando de la soga de alambre alrededor de su cuello.
El ex oficial Alec Salt dice que el recuerdo nunca lo abandonará. “Había visto el cuerpo y era el cuerpo de una mujer joven”, dice. “Ella era solo una chica universitaria común y corriente. Nadie debería haberla tratado así”.
– Sala de operaciones secreta en el ático –
Las pruebas encontradas en el lugar, incluidos los pantalones de Neilson, un cuaderno de notas y una grabadora, proporcionaron solo una huella digital parcial que no coincidía con ninguna de la base de datos de la policía, por lo que se inició una persecución masiva y se interrogó a más de 200.000 hombres.
Pero fue el regreso de Neilson al crimen lo que finalmente llevó a su captura en diciembre de 1975. Al verlo actuar de manera sospechosa cerca de una oficina de correos en Mansfield, dos policías con ojos de águila lo detuvieron y él sacó una escopeta.
Los valientes oficiales lograron dominarlo, a pesar de recibir disparos y heridas en la lucha. Después de una verificación de huellas dactilares, se dieron cuenta de que habían atrapado a la Pantera Negra.
Kathryn admitió que ella y su madre ignoraban el “terrible secreto” de su padre antes de que llegara la policía. “El secreto del ático cerrado con llave de mi padre se reveló esa noche, cuando la policía derrumbó la puerta”, asegura.
“Me quedé atónita cuando me di cuenta de que lo había utilizado como cuartel general para sus redadas. Pasó más y más tiempo encerrado allí. Si le preguntaras qué estaba haciendo, te respondía: Ocúpate de tus propios asuntos”, relata.
Neilson confesó los asesinatos de la oficina de correos y el secuestro de Lesley Whittle, pero le dijo a su abogado: “Yo no la maté. No tenía ninguna intención de asesinarla “.
Afirmó que Lesley había muerto al tercer día de cautiverio, después de caer accidentalmente de la plataforma cuando ella se movió para sentarse. “Vi su cara, sus ojos parecían medio cerrados, me congelé y entré en pánico”, dijo.
Pero Neilson fue condenado por el secuestro y asesinato de Lesley, así como por los de los tres subadministradores, y sentenciado a cadena perpetua. Murió en la cárcel en 2011.
En una emotiva entrevista después de que se encontró el cuerpo, DCS Bob Booth resumió el horror que sintió la nación por el horrible asesinato de un adolescente inocente. “Qué malvado, qué despiadado, qué terriblemente malvado es este hombre”, dijo. “Dios de los cielos, nunca soñé en mis sueños más locos que él le haría algo así a una chica. Es terrible”.