Lara: Los Consejos Comunales volvieron un desastre la distribución de agua en Palavecino

 

La desinversión, la falta de mantenimiento y la ausencia de políticas de desarrollo en materia hídrica acorde con el aumento de consumo en una población en constante crecimiento, hace que en los últimos 20 años los habitantes de Palavecino, estado Lara, padezcan los rigores de la escasez de agua por tubería, un derecho universal que se le niega a las generaciones futuras.





Por Corresponsalía La Patilla

El problema del agua es un problema estructural, porque son políticas erradas implementadas por parte del gobierno nacional y regional. La congelación de las tarifas y trasladar toda la nómina del personal de Hidrolara a la gobernación de Lara fueron pésimas decisiones que han afectado el funcionamiento de la hidrológica.

“Nivelaron todos los sueldos y eso ha generado la deserción de los trabajadores”. Así lo dio a conocer el ingeniero Julio Gutiérrez, vicepresidente del Colegio de Ingenieros del estado Lara y especialista en recursos hídricos, quien manifestó al equipo de La Patilla que lo que está sucediendo actualmente en la zona es de suma gravedad y preocupación, ya que el sistema por tubería está caduco.

El estado Lara cuenta con una superficie de 19.800 Km2 y una población aproximada a un poco más de 2 millones de habitantes, de los cuales un 80% viven en zonas urbanas, mientras el resto en áreas suburbanas, cuyo sustento se basa en la agricultura, ganadería, comercio, industria, artesanía, bienes y servicios.

El también especialista en proyectos hídricos manifestó que la red de distribución de agua potable del sistema Palavecino, la misma que surte a tres grandes parroquias (Agua Viva, Cabudare y José Gregorio Bastidas) comprende 4 grandes subsistemas que deben trabajar mancomunadamente para garantizar una presión y un óptimo funcionamiento en el sistema de distribución de agua por tubería a más de 340 mil habitantes.

Indicó Gutiérrez que de fallar cualquiera de estos subsistemas “como en efecto ha venido sucediendo”, se empieza a despresurizar la red, por lo que a muchos hogares no les llega el agua por tubería.

Señaló que Palavecino es uno de los municipios larenses agraciado por la naturaleza, al contar con pozos subterráneos que se han aprovechado con proyectos de subsistemas: El Carabalí, que surte a toda la parroquia Cabudare; El Recreo que provee agua a la extensa parroquia José Gregorio Bastidas, y el subsistema Agua Viva que distribuye el líquido a la parroquia Agua Viva.

“Con todos estos elementos, al municipio Palavecino debería llegar el agua por tubería a diario, como sucedía en otros tiempos, pero la falta de mantenimiento, la falta de incorporación de equipos, la falta de coordinación con otras instituciones como es el caso con Corpoelec, aunado a la falta de mano de obra calificada, hace que los habitantes de esta ciudad dormitorio de la región también sufra los embates de la deficiencia tan indispensable servicio”, criticó el ingeniero.

Señaló que otros de los factores que incide negativamente y que atenta contra los recursos hídricos naturales con que cuenta el municipio, es la tala indiscriminada propiciada por invasiones sin ningún tipo de control, lo que genera una disminución del afluente que producen estas fuentes hídricas naturales.

Congelamiento de tarifas

El ingeniero Gutiérrez manifestó que han pasado 20 años y no se ha construido ningún embalse, por lo que las empresas hidrológicas han tenido que hacer maniobras de pañitos calientes, manejando las válvulas que existen en la red de distribución y construir cortinas de presurización, sectorizando el servicio de distribución en las comunidades.

“Unos días de la semana para este sector, otros días de la semana para este otro sector y así sucesivamente hasta que se cumple el ciclo. Las empresas prestadoras del servicio a nivel nacional deberían gozar de autonomía financiera y no estar centralizadas, tal cual como ocurre hoy en día. Esto lo que ha generado es atraso y, por consiguiente, la situación de emergencia que se ha presentado en algunos estados del país entre ellos Lara”.

Con esa falta de autonomía financiera, continuó Gutiérrez, Hidrolara no posee la capacidad de captar talentos y entrenarlos, como se hacía en el pasado. “Existía la meritocracia, había convenios con las universidades, donde los ingenieros se capacitaban y a través de méritos propios iban escalando con sueldos buenos. Pero todo esto se perdió en el año 2018 cuando se congelaron las tarifas”.

Gutiérrez recordó que esta empresa estatal funcionó bien hasta 2017. “Desde 2018 para acá empezó el caos en todo el estado Lara. El gobierno de la almirante, cuando en el año 2018 decretaron el congelamiento de las tarifas, Hidrolara perdió la autonomía financiera que había tenido desde su fundación en el año 1993”.

Además, comentó que el 51% de las acciones de la hidrológica pertenecen a la gobernación del estado Lara y el otro 49% de sus acciones a los 9 municipios restantes del Estado. En este sentido, destacó que para que una operadora de prestación de servicio sea óptima, debe llegar a cubrir con el cobro de las tarifas, el 80% de sus costos operativos.

“Ahí se puede decir que la empresa es óptima y funciona. ¿Por qué? Porque la misión de esa empresa operadora es la captación del agua, la impulsión, la conducción, la potabilización, la distribución y la comercialización. Y esos son los costos operativos. Debes tener personal calificado, el agua no tiene horario, no tiene fecha, son las 24 horas del día, los 365 días del año, que junto a todos estos equipos deben estar trabajando y debes tener personal trabajando por turnos”.

Una red a medias

En Palavecino deberían estar trabajando cuatro motores. De esos cuatro motores, tres deberían trabajar en paralelo, y un motor queda en reserva. Uno de esos motores es exclusivo para el tanque La Mora, y los otros dos motores deberían estar trabajando para la red de distribución de la parroquia José Gregorio Bastidas.

“Yo fui gerente de operaciones de Hidrolara y entregué esa estación de El Recreo con 3 motores de 300 y uno de 175, ¿a dónde ves eso ahorita?”, cuestionó Gutiérrez y denunció que si acaso está un solo motor “por allá y todo está desmantelado”.

Señaló que los pozos de la red de distribución de agua no están trabajando al 100%: “Carabalí está trabajando a un 25%, Agua Viva está trabajando a un 30% y El Recreo está trabajando a un 30%. Estas tres subestaciones producen el 80% del agua que se surte a los palavecinenses. El otro 20% lo surten los diques y galerías acuíferas, que son pozos pequeños”. Estas fallas han incidido en que Hidrolara haya perdido la norma ISO 9000 “porque Hidrolara no ha podido cumplir”, pues han sido incapaces de poner a funcionar nuevamente todos los sistemas.

Misma situación sucede con el Corozo, un naciente que queda en la variante Los Cristales, que antes producía 100 litros por segundo y actualmente solo da 20 litros por segundo.

Otro de los problemas que existe en el municipio es el racionamiento eléctrico, pues Corpoelec ha castigado sin contemplación a esta zona. Señaló Gutiérrez que cuando a Cabudare le hacen la administración de carga (racionamiento), quitan también la electricidad en el sector donde está el pozo y deja de funcionar.

“Existe una falta de coordinación inmensa entre Corpoelec Lara e Hidrolara. Ellos deberían trabajar en conjunto y, en este caso, Hidrolara debería plantarse en Corpoelec para que no saquen los pozos de línea, pero ahora no hay planificación en ninguno de los dos organismos” fustigó.

Otro caso es la construcción desorganizada que incide en la interrupción del proceso de recarga de un acuífero. Palavecino fue el municipio que creció más desde la década de los 90. Los árboles y zonas verdes ya no están recibiendo el agua, sino que el cemento cubrió el 90% de las áreas del municipio. “Al quedar la superficie cubierta con cemento y asfalto, las lluvias caen, pero ya no recargan los acuíferos, sino que se quedan en las calles. Por eso es que se ven las grandes inundaciones en Cabudare cuando llueve”.

Alternativas de soluciones

El Colegio de Ingenieros del estado Lara, recomienda a corto plazo dar el debido mantenimiento a todos los equipos electromecánicos, bancos de transformadores, cableados, tableros, protecciones de motores verticales y horizontales, bombas de agua sumergibles y válvulas.

Sugirió el ingeniero Julio Gutiérrez que hay que retomar el control de las maniobras “porque Hidrolara les entregó este control a los consejos comunales y este es un grave error porque la hidrológica es la responsable de esa maniobra bajo una programación para garantizar el agua a cada sector. Al entregar esa tarea a los consejos comunales se está politizando de una manera directa la distribución del agua y por eso se ha anarquizado”.

En este sentido, señaló que en el Colegio de Ingenieros del estado Lara ha recibido quejas de las mismas comunidades, porque los consejos comunales no quieren abrir las válvulas en las zonas donde los vecinos no comparten la misma ideología política.