El estremecedor caso de la niñera asesinada por un matrimonio de la clase alta londinense

El estremecedor caso de la niñera asesinada por un matrimonio de la clase alta londinense

Sophie Lionnet fue asesinada brutalmente por sus empleadores. Foto AFP

 

 

En 2016, con 20 años, la joven francesa Sophie Lionnet siguió el mismo camino que muchas jóvenes de su edad: postularse como niñera u Au-pair en un país ajeno para reforzar otro idioma, tener una experiencia laboral y de vida en un ámbito distinto al propio.





Por: Clarín

Sophie había crecido en una familia trabajadora de una zona rural de Francia e instalarse en una gran ciudad era un gran sueño para ella.

Con ese ímpetu, llegó a un barrio muy cotizado y atractivo de Londres. Más precisamente, a Southfields, en el sudoeste de la ciudad, sobre la calle Wimbledon Park Road, a una glamorosa casona cotizada en la asombrosa cifra de un millón de libras esterlinas.

En esa residencia, vivían la pareja conformada por Sabrina Kouider, de 35 años, y Ouissem Medouni, de 40, junto a un hijo de Sabrina y otro de la pareja.

Sabrina, de nacionalidad francesa, trabajaba como maquilladora de celebrities, compositora de canciones y diseñadora de modas. El, de origen argelino, estaba especializado en análisis financiero y se desempeñaba en un banco.

En cuanto a los hijos, el mayor, tenía 6 años, y era hijo de Sabrina con un exitoso empresario de la industria de la música-; y la menor -de 3 años, de ese matrimonio.

El trabajo de Sophie consistiría en ocuparse de ellos. Todo hacia suponer que no eran niños con problemas de comportamiento.

De la ilusión a la pesadilla

Los primeros días nada hizo despertar alguna alarma en Sophie. Sabrina se mostraba activa y ostentaba de sus vínculos con famosos. Ouissem parecía estar muy atento a su pareja.

Pero en muy poco tiempo Sophie conoció la realidad. Sabrina era muy ambiciosa. Estaba bien posicionada en sus ocupaciones, pero nada la conformaba.

Además, había terminado en muy malos términos la relación con el padre de su primer hijo, estaba obsesionada con él y con la vida económica que podría haber disfrutado a su lado.

Eso la llevó a hacer denuncias falsas hacia él por pedofilia y magia negra.

Ouissem era un hombre sumiso y totalmente manipulado. A esto se sumaba que, motivado por las demandas de su mujer, habia perdido el trabajo y eso encendió aún más el malestar.

El maltrato hacia Sophie

A los pocos días de haberse instalado, la situación de Sophie ya era un calvario. Comenzaron los gritos hacia ella y más tarde acusaciones inventadas de robo de alhajas.

Luego, los castigos. Que incluyeron no pagarle los sueldos y retenerle su pasaporte.

Sin muchas opciones para huir y sobrepasada por la situación, Sophie bajaba la mirada, escondían las lágrimas y evitaba las confrontaciones.

Hasta que comenzaron los golpes hacia ella o dejarla sin comer. Cada vez les temía más. Pero se sentía paralizaba.

A su padre, le había dicho que tenía pensado volver porque el clima no era bueno en la casa. Aunque no les dio demasiados detalles.

Sus intentos de fuga

Sophie no tenía su pasaporte ni dinero. Además, se sentía totalmente devastada y estaba muy debilitada físicamente.

Una vez intentó irse a la casa de conocidos de la familia, pero Sabrina la siguió y la obligó a volver.

Otro amigo de la pareja la encontró llorando y le preguntó qué le pasaba. Sabrina lo escuchó y entonces, Sophie no pudo contestar.

Hasta que en sus últimas semanas con vida le pidió dinero a su madre para volverse. Ella le habría mandado la plata. Pero Sophie no se animó a partir.

El final menos esperado

El 20 de septiembre de 2017 los vecinos de la familia Medouni-Kouider se sorprendieron por una olorosa humareda. Al preguntarle qué estaba ocurriendo, él dijo: “Estoy quemando un cordero”.

No conformes con esa versión, llamaron a los bomberos.

La pareja se incomodó visiblemente con la presencia de las fuerzas públicas. Extinguieron el fuego, pero tampoco creyeron en la explicación de los dueños de casa. Entonces, decidieron llamar a la policía.

Ahí se descubrió la verdad sobre lo sucedido: habían matado a Sophie y luego la quemaron en el jardín. Sabrina y Ouissem fueron detenidos al instante.

El juicio a Sabrina y Ouissem

Al año siguiente se realizó el juicio. Como pruebas, se reprodujeron más de ocho horas y media de escalofriantes videos recuperados de los celulares de los acusados. Algunos grabados pocas horas antes del asesinato.

En ciertos tramos, Sabrina intentaba que Sophie confesara que estaba complotada con su ex. La estrategia sería extorsionarlo al empresario y sacarle dinero.

Frente al jurado Sabrina no mostró arrepentimiento y dijo que Sophie le había robado unos aros de diamantes.

También dijo que su ex era pedófilo y que, con la ayuda de Sophie, había drogado y abusado de su familia.

La autopsia reveló que Sophie tenía la mandíbula rota, el esternón partido y cinco costillas fracturadas.

El fiscal determinó que Sophie estaba presa en “una pesadilla doméstica” y que “los acusados quemaron el cuerpo en el jardín de su casa con la esperanza de que nunca nadie pudiera recuperar sus restos”.

Según las pericias, Sabrina padecía un desorden de la personalidad y depresión, pero eso no la eximía de culpa alguna ya que reconocía sus actos. Medouni tuvo que admitir que Sabrina solía volverse irascible.

Los padres de Sophie jamás imaginaron lo que su hija estaba viviendo. Cuando la madre supo que Sophie no estaba del todo conforme con su trabajo, le pidió que volviera a Francia pero no logró convencerla. “Jamás perdonaré a los salvajes que la mataron”, dijo el padre.

La sentencia

El 24 de mayo de 2018, Sabrina Kouider y Ouissem Medouni, fueron sentenciados a cadena perpetua. Deberán pasar al menos 30 años tras las rejas.

Medouni sigue intentando que sus abogados encuentren algún error técnico en el proceso legal que le permita recuperar la libertad. Los padres de Sophie, en cambio, esperan que ambos cumplan entera su sentencia.

Con información del libro “El día que me mataron”, de Carolina Balbiani. publicado por Indie Libros.