Esta semana los duques de Sussex han hecho un alto en su rutina en Montecito para cumplir con sus compromisos fuera de California. El último de ellos tuvo lugar el 11 de noviembre, cuando el príncipe Harry y Meghan Markle se desplazaron hasta la base conjunta MCGuire-Dix-Lakerhurst, ubicada en el estado de Nueva Jersey, donde visitaron la Task Force Liberty. Se trata de un hogar en el que se encuentran cientos de refugiados afganos a los que los militares proporcionan alimentos, ropa y actividades recreativas. Su funcionamiento comenzó el pasado mes de agosto en consonancia con la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. El nieto de Isabel II y su esposa tuvieron la oportunidad de conocer el funcionamiento de esta iniciativa del gobierno americano y también escuchar personalmente el testimonio de todos los que viven y colaboran en la instalación militar.
Por Hola México
Durante la visita, Meghan y Harry hablaron con mujeres que llevan poco tiempo en esta base conjunta y se interesaron en los refugiados más pequeños, quienes siguen una rutina habitual que incluye la asistencia a clase cada día. Los duques de Sussex recorrieron las instalaciones y uno de los momentos más entrañables fue cuando pararon en una sala en la que había niños de todas las edades recibiendo lecciones de inglés para poder desenvolverse en Estados Unidos, donde ahora residen. En ese instante los menores estaban sentados en sus pupitres de madera muy atentos a la pizarra y aprendiendo los colores, que practicaron con la exactriz de Suits. El juego que idearon consistía en que la Duquesa levantaba un rotulador fluorescente y los niños tenían que decir en alto de qué color era.
El rato que estuvieron en el aula la diversión fue constante y no dejaron de interactuar e involucrarse. Los profesores les contaron a los Duques que han estado enseñando a los niños la popular canción infantil Head, Shoulders, Knees and Toes para poder aprender de una manera amena, dinámica y divertida nuevas palabras en inglés que incluyen partes del cuerpo como cabeza, hombros o rodillas. Al enterarse de que se habían aprendido este tema y que se había convertido en uno de sus favoritos, Meghan y Harry animaron a los pequeños a cantarla con ellos. Además, explicaron que tienen algo en común con su pequeño Archie Harrison, de dos años: ¡a él también le encanta esta composición!
Los pequeños estaban encantados con la visita del hijo menor de Carlos de Inglaterra y su esposa. Los recibieron con enorme entusiasmo e incluso se animaron a practicar con ellos algunas de las frases que ya saben en inglés como “encantado de conocerte”. Además, Meghan y Harry se interesaron también por el idioma nativo de los refugiados, el darí (la versión del persa hablada en Afganistán), preguntaron a los docentes las similitudes entre ambas lenguas y sorprendieron al demostrar que saben algún término como Tashakur, que significa gracias. Esta palabra no pararon de repetirla durante todo el enriquecedor recorrido por la base militar. Especialmente agradecidos se mostraron con los maestros por su incansable esfuerzo y les recordaron que también es importante que cuiden de sí mismos.
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