Mexicano mató a sus suegros y fue capturado cuando trasladaba sus cabezas cercenadas

Mexicano mató a sus suegros y fue capturado cuando trasladaba sus cabezas cercenadas

El detenido dijo tener 28 años y llamarse Juan Carlos. Foto: FGE, vía Infobae

 

La noche del pasado 12 de noviembre, Juan Carlos “N” estacionó su auto en bulevar Forjadores, cerca del Puente de México y del Río Atoyac. Llevaba consigo una bolsa negra de plástico que despedía un olor penetrante.

Por Infobae





Eran cerca de las 22:00 horas. En ese momento un par de efectivos de la Policía Municipal que hacían un recorrido de vigilancia notaron que Juan Carlos se comportaba de forma sospechosa. Luego de una revisión rutinaria, descubrieron que en la bolsa llevaba dos cabezas humanas que pertenecían a una mujer y un hombre de la tercera edad.

El detenido dijo tener 28 años y llamarse Juan Carlos. En un principio señaló a los agentes que unos sujetos le habían pagado para deshacerse de las cabezas y que no tenía idea de quienes eran las víctimas. Sin embargo, luego de unas horas de interrogatorio, terminó confesando que pertenecían a sus suegros y que su intención era deshacerse de ellas lanzándolas al río Atoyac.

Juan Carlos fue trasladado a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Rancho Colorado, donde quedó a disposición del Ministerio Público. Al día siguiente de la detención, cerca de las 9:00 horas, vecinos de la colonia Villa Posadas alertaron al Sistema de Emergencias 9111 por el hallazgo de dos cuerpos en un domicilio ubicado en la lateral de Boulevard San Felipe, a un costado de la autopista México-Puebla.

Elementos de la Fiscalía General de Puebla se trasladaron al sitio y confirmaron el hallazgo de los cuerpos. En su declaración, Juan Carlos dijo que había asesinado a sus suegros porque estos lo habían corrido a él, junto con su esposa e hijos, de la casa donde vivían todos juntos.

Sin tener a dónde mudarse, Juan Carlos, en presunta complicidad con su pareja, la hija de los adultos mayores, habría decidido asesinar a sus suegros el pasado viernes y deshacerse de los cuerpos por partes. la mujer Juan Carlos es investigada por su probable participación en el doble homicidio.

Un evento similar ocurrió el pasado 23 de agosto, cuando un sujeto en aparente estado de ebriedad fue detenido por policías municipales luego de que comerciantes de la Central de Abasto de Puebla lo descubrieran cargando una cabeza humana en una mochila.

Sobre este macabro hallazgo, en redes sociales comenzó a circular un video donde se observan las acciones que este hombre realizó previo a ser capturado por los trabajadores, quienes lo golpearon hasta que llegaron las autoridades.

En el metraje, realizado por una cámara de seguridad, se le puede ver un tanto tambaleante mientras se encontraba agachado e intentando guardar algún objeto en una mochila con el logotipo del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

Momentos después de que logra introducirlo, se levanta y mira su mano, para después lamerla en varias ocasiones, como si estuviera limpiando algo.

Luego de un corte en la grabación, el sujeto vuelve a estar de cuclillas en el piso, pero ahora saca el contenido de la mochila. Sorpresivamente al caer una bolsa blanca al suelo, deja al descubierto una cabeza humana que apenas sostenía con la mano derecha.

Varias personas transitan a su lado sin percatarse de sus acciones, por lo que, con toda la libertad posible, mira fijamente la cabeza cercenada y la avienta de nuevo al interior de la bolsa blanca que coloca dentro de la mochila del PVEM.

Posteriormente el video muestra cómo la policía hizo el hallazgo. “Ábrela”, le dijo un uniformado a otro, quien toma la mochila y la abre para dejar al descubierto su contenido. “Es una cabeza”, aseguró el primer oficial.

Aunque ya le habían pedido cerrarla, el agente expandió en su totalidad la abertura de la mochila y la bolsa, por lo que, al fondo, dejaron ver la cabeza a la que le habían quitado una oreja, aunque no se sabe si fue anterior o posterior a la decapitación.

Finalmente todos los presentes, aún incrédulos con el descubrimiento, pidieron voltear la mochila para dejar caer la cabeza. No obstante, en cuanto la giraron y quedó en el piso, prefirieron no concluir la acción y seguir con las investigaciones.