El Metro de Caracas para 1983, año de su inauguración representaba el orgullo de los venezolanos, en especial a los caraqueños, ya que dicho medio de transporte era considerado como el más moderno de América Latina. Sin embargo 38 años después la historia es otra, un lugar bajo la desidia y el abandono por parte del régimen de Maduro.
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Escaleras mecánicas sin funcionar, vagones sin aire condicionado, pocas unidades, espacios sucios y un montón de historias de víctimas de asaltos son algunas de las penurias que han tenido que vivir los usuarios de este medio de transporte que parece no ver avance con el pasar del tiempo.
El metro del retroceso
La diputada de la legítima Asamblea Nacional, Yanet Fermín levantó su voz ante el deterioro del Metro de Caracas, el cual considera que en las últimas décadas el pueblo de Venezuela ha sido secuestrado en el metro del retroceso “esta AN ha recibido denuncias de caso Odebrecht que implica una red de inversiones de dinero público”.
Y es que el sistema Metro de Caracas no ha visto avances en su estructura ni funcionamiento, incluso en algunas estaciones el servicio es gratis y en donde existe algún cobro es considerado una “miseria”. “Los únicos avances existentes en las obras del Metro están en divisas en cuentas de empresas fantasmas, empresas investigadas por esta AN y en las cuentas privadas de voceros, asesores y testaferros” agregó la diputada.
“El deterioro no es meramente técnico”
El Metro de Caracas es un reflejo de la situación actual del país, de las carencias en las que se ve envuelto el venezolano bajo el régimen de Nicolás Maduro.
En este sentido, el diputado José Rafael Hernández le recordó al régimen dos formas de confrontar y gobernar “una con el gobierno democrático y otra el modelo totalitario” refiriéndose a que el tema del metro no se puede limitar a un enfoque meramente técnico, tecnológico.
Asimismo hizo una comparación con algunas empresas básicas, ejemplo “de lo que no puede hacer un gobierno, una gerencia” entre ellas destacó las empresas de Guayana, Petróleos de Venezuela y la institucionalidad del país, las cuales no son ni la sombra de lo que eran en gobiernos anteriores.
Un servicio deficiente
Los caraqueños piensan a la hora de utilizar el Metro de Caracas, representa una necesidad ante la falta de unidades de transporte público y es que la ciudad se convirtió en un caos a la hora de trasladarse de un lugar a otro.
Al menos 52 estaciones componen el servicio, las cuales en apariencia funcionan todas pero “la verdad es que todas sufren las consecuencias de un mal entendido mantenimiento, reparaciones a medias” agregó Hernández.
Por su parte, la dipuatada Zandra Castillo comenzó su intervención manifestando “los días de orgullo de los venezolanos quedaron atrás”. Además detalló algunas de las penurias que deben aguantar sus usuarios “horas de espera en el andén, fallas de trenes, delincuencia organizada, un servicio que generalmente es deficiente para llegar a su destino”.
Castillo señaló que tanto la comunidad como la ciudad de Caracas buscan alternativas de solución a través de la unión vecinal y las organizaciones sociales “las cuales impulsaran el rescate y fortalecimiento de los valores ciudadanos en cada comunidad”.