Uso del tapabocas es cada vez menos frecuente en el centro de Caracas

Uso del tapabocas es cada vez menos frecuente en el centro de Caracas

Decenas de personas caminan por la calle el pasado 14 de julio, en el sector Catia, en Caracas (Venezuela). A la puerta de su casa, tres vecinos charlan como cualquier otro día en el popular barrio caraqueño de Catia. A su alrededor, como si la pandemia fuera ya un mal sueño del pasado, centenares de vendedores se arremolinan. Venezuela cumple este jueves cuatro meses de una cuarentena total quimérica. En este inmenso sector de tradición comercial y aire popular a la entrada de Caracas, donde las zonas bajas tienen un aspecto más controlable y el resto se encarama en la montaña como si quisiera huir de sí misma, la vida no se ha congelado. EFE/ Miguel Gutiérrez

 

En la tienda donde trabaja Carolina Morales, cercana a la plaza El Venezolano, en el centro de Caracas, no han dejado de pedirle a las personas que ingresen con el tapaboca puesto correctamente. Sin embargo, en los últimos días se ha percatado de un aumento en las personas que llegan sin mascarilla. “Ni siquiera lo llevan en la barbilla o en la mano, nada, simplemente ya no lo usan”, explicó Morales.

Por Crónica





Por prevención, Morales se ubica todos los días en la entrada del local, no solo para verificar el uso correcto del cubrebocas, sino también para aplicar gel antibacterial en las manos de los clientes. No puede asegurar si dicho líquido es a base de 70 % de alcohol. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, indica que los desinfectantes de manos que no son superiores a este porcentaje “no pueden funcionar igualmente bien con muchos tipos de microbios y apenas reducen la proliferación de microbios en lugar de matarlos directamente”.

En el centro de la ciudad, es alta la cantidad de personas, muchos de ellos adultos mayores, que transitan o trabajan dentro de la economía informal. Gladys Martínez es de las comerciantes más antiguas del centro, pues tiene 38 años con un carrito en el que vende dulces tradicionales por la esquina La Marrón. Ella calcula que desde la eliminación del formato de cuarentena 7 + 7 (siete días de restricciones de movilidad y laborales y siete días de flexibilización de la cuarentena), hay más personas en la calle.

Martínez lleva la mascarilla sobre el mentón. Cuando alguien se le acerca lo sube hasta cubrir su nariz, aunque su modelo de mascarilla no logra cubrir por completo toda esa área. “Yo desde aquí veo como muchos no usan el tapaboca, sobre todo los vendedores, y eso que cada cierto tiempo pasa la gente de la alcaldía pidiendo desde un camión que usen el tapaboca”, añadió Martínez.artínez.

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