Declaran culpables a siete personas supuestamente miembros de una secta por masacre de indígenas en Panamá

Declaran culpables a siete personas supuestamente miembros de una secta por masacre de indígenas en Panamá

Además de la llamada iglesia “La Nueva Luz de Dios”, la Fiscalía panameña investiga a otras dos supuestas sectas religiosas, todas autóctonas, que operaban en diferentes áreas de la comarca Ngäbe Buglé, que entre enero y septiembre del año pasado atentaron contra la vida y la integridad de varias personas. EFE/Bienvenido Velasco/Archivo

 

 

 





 

 

 

 

Un Tribunal de Panamá declaró culpables a siete personas, supuestamente miembros de una secta, por la masacre de seis menores y una mujer embarazada en una apartada área de una comarca indígena, en enero de 2020, en un caso que estremeció al país.

El Ministerio Público (MP, Fiscalía) informó, en un escueto comunicado, que a raíz de una petición, un “tribunal de conciencia declara culpable a 7 personas por femicidio, homicidio y privación de libertad”.

Estas personas ya habían sido detenidas por su vinculación con el crimen múltiple y esta semana se sometieron a un juicio oral.

Medios locales señalaron que los culpables son seis hombres y una mujer, identificados como Mario González, Olivia Virola Valdés, Marcelo Medina Valdés, Abner González, Obniel González, Amalio González y Ariel Ríos.

El pasado martes, dos personas – Abdiel González (32) y Jossafat González (23)-, fueron condenados a 47 años de cárcel por este mismo caso, por los delitos de privación de libertad, femicidio y homicidio doloso agravado mediante un acuerdo de pena, luego de que ambos aceptaran su responsabilidad en los hechos imputados.

La masacre ocurrió el 13 de enero de 2020 durante un supuesto exorcismo en El Terrón, en la localidad de la comarca Ngäbe Buglé, un área indígena de difícil acceso, en el que murieron seis menores de 1, 3, 8, 9, 10 y 17 años y la madre de cinco de ellos, una mujer de 32 años que estaba embarazada.

Las víctimas, según informó en su momento la Fiscalía, murieron como “consecuencia de los múltiples golpes que recibieron en el cuerpo propinados con biblias, machetes y palos, luego de haber sido sometidos a un ritual justificando que tenían demonios que les tenían que sacar”.

Posteriormente, los cadáveres fueron enterrados en una fosa clandestina.

En su momento se informó que los acusados por la masacre eran miembros de una secta autóctona denominada “La Nueva Luz de Dios” y que uno de los detenidos era el abuelo de los menores.

Tras las denuncias de los vecinos, las fuerzas especiales que se desplazaron al lugar rescataron a 15 personas, de ellas al menos 7 menores, que estaban secuestradas y siendo sometidas a los mismos ritos exorcistas que llevaron a la muerte a las siete víctimas, y que también presentaron heridas que ameritaron su hospitalización.

EFE