Enrique Prieto Silva: El parque nacional Canaima

En nuestra cátedra de Derecho Ecológico, cuando hablamos de bellezas escénicas y monumentos naturales en Venezuela, destaca la figura de los parque nacionales, áreas bajo régimen de administración especial, cuya función principal es su protección en resguardo de nuestro ecosistema.

Así referimos antes al parque nacional El Ávila, sobre el que hicimos un breve epítome, con miras a protegerlo contra la descabellada idea de construir en él una llamada ciudad comunal; ideología malsana utilizada como demagógica política gubernamental, que de completarse dictaría la destrucción de esta zona protectora del área metropolitana; esa malevolencia gubernamental, que con su uso político de ocupar los espacios nacionales sin discreción, para la construcción de viviendas, sin considerar la protección que se hace de sectores del territorio, regidos por la legislación que regula el ordenamiento territorial.

En esta oportunidad haremos un breve resumen sobre el Parque Nacional Canaima, que también sufre la furia de la mala política gubernamental en el uso indiscriminado y atécnico de la explotación minera, ya maltrecha desde hace tiempo con la minería ilegal, a la cual, sin escrúpulos se le dio validez con los proyectos de explotación irracional incluidos en el  arco minero del Orinoco. Proyecto que ha sido atacado desde su inicio, dada la principal irregularidad de no haberse sometido a la aprobación de la Asamblea Nacional como es el mandato constitucional.





El Parque Nacional Canaima está ubicado en el estado Bolívar; fue creado el 12 de junio de 1962, cuando paso a constituir el tercer parque nacional más extenso de los 43 que existen en el país y ocupa un área de 30.000 kilómetros cuadrados, abarcando los municipios Piar, Roscio, Gran Sabana, Sifontes y Raúl Leoni del estado Bolívar hasta la frontera con Guyana y Brasil, por su tamaño es considerado el sexto parque nacional más grande del mundo.

También hablamos antes del Escudo o Macizo Guayanés, que es parte del Parque y es la porción territorial más rica en minerales y agua; todo un emporio, que nos recuerda a Doña Bárbara y a Canaima de Rómulo Gallegos, y se advierte del Orinoco, el Caroní, el Caura, el Carrao y otros ríos, como reservatorios de leyendas indígenas que evocan el Auyantepuy y el soberbio Salto Ángel, que aun se ha mantenido entre las seleccionadas para la séptima maravilla del mundo, que siempre hemos conocido.

El Parque es parte de la Guayana venezolana y de la Amazonía, mayor pulmón vegetal del mundo; sin embargo, al hablar de la zona sur de Venezuela, debemos considerar el olvido que ha creado una cultura de ignorancia y descuido, imposible de apartar, sin ser atacado por la vorágine de la selva, de los indígenas y de los mineros. Sin dudas, podemos hablar de Guayana, y en definitiva surgirán los conocimientos de indios, de ríos, de tepuyes, de selvas y de minas.

Allí ha surgido siempre la fiebre del oro, no por azar, sino porque en realidad, el mundo sabe que Venezuela, a pesar de no tener tradición minera, cuenta con un potencial minero mundialmente reconocido, siendo en realidad un país inmensamente favorecido en recursos minerales, que se une a una naturaleza hermosa y variada.

La región de Guayana, que en mayor parte conforma el Parque, debe ser conocida por todos los venezolanos, pues no podemos pasar por alto que, ella representa el 49% del territorio nacional; posee el 100% de sus reservas en mineral de hierro, aluminio y acero, más del 60% del potencial hidroeléctrico del país, conjuntamente con el 80% del agua apta para el consumo humano, que se presenta en grandiosos ríos y saltos naturales, incrementando el potencial hidroeléctrico con el lago de Guri que sirve de fuente a la electrificación del Caroní (EDELCA).

En su extremo nororiental destacan las tierras bajas deltaicas del Orinoco. A su vez, entre las riberas del Orinoco y los 6º de latitud N, el paisaje guayanés se manifiesta en llanuras con altitudes que oscilan entre los 200 y los 500m, dominando el clima llanero y las formaciones de sabana.

Por su tamaño es considerado el sexto parque nacional más grande del mundo. En 1994 el Parque Nacional Canaima fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por ser una reserva natural que cuenta con relieves abruptos especiales y únicos en todo el mundo, los tepuyes, que son especies de mesetas de millones de años de antigüedad, con paredes verticales y cimas casi planas. Los tepuyes ocupan cerca de 65% del parque, entre los que destaca el Auyan Tepuy, de donde cae gran cantidad de acantilados. Incluye la totalidad de la cuenca de la margen derecha del río Caroní, y dos de los saltos de agua más altos del mundo, el salto Ángel y el Kukenán, así como una gran cantidad de cataratas de menor caudal, conformando todo el conjunto paisajes espectaculares que distinguen la zona y con las caídas que brotan de ellos, conforman la belleza escénica de una de las regiones naturales más bellas del mundo. 

Como peculiaridad, en Canaima se encuentran un gran número de plantas y ecosistemas que únicamente preexisten en este parque nacional. Existen más de 300 especies endémicas solo en La Gran Sabana. Algunas de ellas son: el Armadillo gigante (Priodontes maximus), el Perro de agua gigante (Pteronura brasiliensis), el Oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla), el Puma (Puma con color), Jaguar (Panthera onca), la Pereza de dos dedos (Choloepus didactylus), el Mono viuda (Pithecia pithecia), el Mono capuchino del Orinoco (Chiropotes satanás), el Roedor endémico del tepuy Roraima (Podoxymys roraimae), el Marsupial endémico del tepuy (Marmosa tyleriana), el Águila arpía (Harpya harpyja), la Guacamaya enana (Aranobilis), la Cotorra morada (Pionus fuscus), el Sapito minero (Dendrobates leucomelas), la Iguana Caribeña (Iguana delicatissima), el Colibrí (Trochili-nae), Diversas especies de Túcan (Género Ramphastidae), la Serpiente Cuaima Piña (Lachesis muta), Diversas especie de loros y guacamayos.

Existen géneros endémicos: Achnopogon, Chiman taea, Quelchia, Tepuia, Mallophyton, Adenanthe. También abundantes especies insectívoras de los géneros: Bromelia, Drosera, Heliamphora, Utricularia.

El Parque Nacional Canaima es hogar del pueblo pemón; indígenas que tienen una relación intrínseca con los tepuyes y creen en que son el hogar de los espíritus «Mawari». El parque está en un sitio lejano a la civilización; cuenta con pocas carreteras que conectan con otras ciudades cercanas, como Ciudad Guayana. El medio de transporte más común para recorrerlo es la canoa. 

Mucho mas se puede hablar de Canaima y del sur de Venezuela, pero con este breviario solo queremos alertar sobre la ignorancia que se tiene sobre la destrucción silenciosa de nuestros recursos y bellezas escénicas, que por poco conocidas se quieren destruir explotando sus recursos naturales de manera irracional y peligrosa.

@ Enriqueprietos