Se necesita más inversión en el sector upstream de petróleo y gas no solo para sostener la producción a medida que crece la demanda global, sino para impulsar la transición a energías más limpias, dijeron los panelistas de la conferencia el 7 de diciembre.
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La inversión en petróleo y gas disminuyó en 2020 y 2021 debido a la pandemia, que es una “receta para una mayor volatilidad”, dijo Joseph McMonigle, secretario general del Foro Internacional de Energía, en un panel en el Congreso Mundial del Petróleo, reseña Platts
“Los recortes de gastos de capital (Capex) de las compañías petroleras internacionales y las compañías petroleras nacionales en 2020 fue de alrededor del 35%”, dijo. “Ahora estamos mostrando otra reducción del 23% en los niveles de gasto de capital” de los niveles prepandémicos de este año.
En 2019, las empresas de exploración y producción gastaron USD 525 mil millones, una cantidad que se desplomó a USD 341 mil millones en 2021, agregó.
“Tenemos que volver a USD 525 mil millones durante varios años hasta 2030 para restablecer el equilibrio del mercado”, dijo McMonigle. “Me temo que lo que estamos viendo con la crisis energética está a la vuelta de la esquina”.
Según un informe publicado el 7 de diciembre por IEF e IHS Markit, los “próximos dos años serán críticos para sancionar y asignar capital a nuevos proyectos para garantizar que el suministro adecuado de petróleo y gas se ponga en funcionamiento dentro de los próximos 5 a 6 años”.
Los precios en el surtidor han afectado a los consumidores estadounidenses, y los precios del petróleo para calefacción en invierno han subido hasta el punto en que la administración Biden dijo que liberará alrededor de 50 millones de barriles de crudo de la Reserva Estratégica de Petróleo a principios de 2022, con el objetivo de ofrecer un alivio de precios.
Petróleo y gas son ‘parte de la solución’
La inversión en suministro de energía representa el “mayor desafío al que se enfrenta la industria del petróleo y el gas en la actualidad”, dijo al panel el director ejecutivo de Hess Corp., John Hess. “Estamos muy lejos de donde debemos estar”.
El CEO señaló, al igual que muchos otros oradores en la conferencia, que a pesar de que la investigación y el desarrollo se están disparando en energías alternativas y tecnologías destinadas a diversificar y, en algún momento, eliminar en gran medida los combustibles fósiles, el petróleo y el gas seguirán siendo el centro del uso de energía para las próximas décadas.
“Al final del día, para tener una transición ordenada, el petróleo y el gas son parte de la solución, no el problema”, dijo. “Nuestra huella de carbono es un 10% menor ahora que hace 10 años. La conclusión real es que la transición energética llevará mucho tiempo, costará mucho dinero y necesitará tecnologías que no existen. Necesitamos conocimientos sobre el clima, conocimientos sobre energía y conocimientos económicos “.
Estados Unidos produjo petróleo de lutitas rápidamente a partir de hace unos 10 años, lo que ayudó a que la producción de petróleo estadounidense aumentara a más del doble. El rápido crecimiento provocó en parte la caída de los precios del petróleo a finales de 2014, y la volatilidad azotó al sector en los años intermedios.
“Lo cultivamos a un ritmo demasiado rápido … pero las lutitas ha pasado de un crecimiento a una industria de cosecha”, dijo John Hess. “Los inversores están [exigiendo] más disciplina financiera”.
Como muchas empresas, Hess ha seguido ese consejo y cree que la reinversión de aproximadamente el 70% de los flujos de efectivo en las operaciones de la empresa, y el resto devuelto a los accionistas, es una receta prudente para las operaciones de la empresa de exploración y producción.
Además, muchos incluso en la industria no se dan cuenta de que algunos grandes depósitos de petróleo de lutitas han alcanzado su punto máximo. El Bakken Shale de Dakota del Norte / Montana y el Eagle Ford Shale del sur de Texas están en gran parte estancados en cuanto a producción, señaló.
“Entonces, deja la Cuenca Pérmica que, obviamente, tiene un recurso más grande, para ser el motor de crecimiento del país”, dijo Hess.
La inversión en el Golfo de México se retrasó mientras que los precios del petróleo eran bajos porque la región es de ciclo largo, lo que significa que la recuperación puede llevar años, a diferencia del esquisto donde el primer barril de petróleo puede comenzar a generar ingresos dentro de seis a 12 meses.
El Golfo de EE. UU. Es también una de las cuencas de menor costo y menor huella de carbono del mundo y ofrece rendimientos más altos que muchos otros, dijo Hess, mientras que México, Angola y el Mar del Norte están en declive.
“Tenemos que asegurarnos de tener la capacidad de [entregar] producción en un momento en el que se insta a la energía limpia” a aumentar, dijo.