En Ciudad de Panamá, un jovencito venezolano con síndrome de asperger que es un prodigio de la música. Es parte de esa niñez migrante de Venezuela que poco ha vivido en su país de nacimiento; pero que no ha perdido su identidad, al tiempo que adopta la cultura del país que lo acoge.
Por vozdeamerica.com
David García, es joven venezolano cuyo nombre ya es conocido en Panamá. Su repertorio en el piano es de al menos 150 piezas, algo que lo convierte en un prodigio… con apenas 14 años.
Fue diagnosticado con asperger a los 7 años. Pero mucho antes, ya comenzaba a mostrar su talento. Tiene la capacidad de escuchar un tema musical e interpretarlo con su piano, casi de inmediato.
“Hay varios géneros de música que me gustan, bueno la mayoría es de clásico, que es el típico. Y es que a veces toco cosas contemporáneas, ‘cosas del siglo XX’ y de otros, por ejemplo compositores brasileños, venezolanos y de otros”, dijo David para la Voz de América
Claudia es la madre de David, siendo licenciada en Educación Temprana, identificó en su hijo habilidades que, usualmente, demuestran niños mayores. ¿Su área de mayor desarrollo? Siempre fue la música
“Muy orgullosa de verdad. Le doy gracias a Dios por tener un hijo tan brillante”. “Él me dice: ‘mamá a mi me gusta mucho la música y yo sé que tú estás orgullosa’; así él me repite”. manifestó Claudia
Cuando David comenzó a demostrar su talento, su familia encontró en Panamá a Margarita, una profesora apasionada por su trabajo y total admiradora del talento de David.
En esta familia venezolana, la pasión por la música viaja por la sangre. El padre de David cuenta que salió de Venezuela tras la nacionalización de la Faja del Orinoco. Quedó sin empleo en 2007 porque la transnacional para la que trabajaba dejó de operar en el país.
Este pequeño prodigio venezolano afirma que quiere tocar su piano desde las alturas del cerro El Ávila… y mientras ese momento llega, sigue siendo un digno representante de Venezuela y también de Panamá en cada evento en el que participa, donde muestra que sus manos, junto a un piano, son una verdadera obra de arte. Oscar Sulbarán, Venezuela 360, Voz de América, Ciudad de Panamá.
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