En Chile ganó el socialdemócrata Boric y enseguida las redes venezolanas se llenaron de advertencias tan inútiles como nunca pedidas: “los chilenos escogieron el suicidio” fue la frase de moda dado que la oposición radical y borbónica ahora comenta lo que sucede fuera de nuestras fronteras.
Han podido recalcar lo que en cada elección venezolana viene al caso: no había pasado una hora del cierre de las urnas cuando los chilenos conocían los resultados imposibles de remontar para Kast.
Y uno se pregunta con derecho: ¿cómo es posible que un país donde la tecnología electoral supuestamente es atrasada respecto a la del CNE nuestro… hagan públicos los resultados en tan corto tiempo… cuando ya desde los tiempos de Tibisay… ahora ministra… con máquinas y teleproceso digno de la NASA… en Venezuela tardan diez y más veces?
El triunfo de Boric cierra a mi juicio el largo proceso que se abrió con el golpe de estado de Augusto Pinochet hace casi medio siglo. Ya era tiempo y la aceptación del perdedor va en esa línea.
También se abren de nuevo las alamedas como anunciaba cierta canción.
La América mestiza y Chile cada vez lo es en mayor grado, tiene de nuevo una oportunidad que Salvador Allende la vislumbró… cuando por la tecnología de ese tiempo… y debido a la asimetría propia de la Guerra Fría… era una ilusión.
Hay sin embargo uno o dos requisitos previos ya que la oportunidad la brinda el liderato WASP de los Estados Unidos… cuando le da la espalda a lo que ellos consideraron su “patio trasero”… y buscan formar un frente con Gran Bretaña, Australia y otros países “blancos”, “elegidos”… dejando fuera a parte de Europa y desde luego a esta América exportadora de materias primas.
El requisito más importante para aprovechar la coyuntura es superar la polarización que ha llevado el odio hasta connacionales que ni saben por qué se pelean ya que “comunistas” o “fascistas” no los hay en cantidad… ni siquiera en La Habana… o en el Cono Sur… y como tal no califican la caterva de venezolanos que el pueblo califica de “enchufados”… unos ahora opositores… otros chavistas… pero todos sinvergüenzas y mayameros.
El piso para entendernos entre hispanohablantes está listo desde los dos extremos ideológicos: uno encarnado por Vladimir Acosta, venezolano de izquierda, y el otro por el ecuatoriano Francisco Núñez de Arco, derechista y conservador, quienes desde sus libros –de obligatoria lectura- coinciden en señalar a la Gran Bretaña y su hija los Estados Unidos… como inventores de cizañas para acabar con el imperio español… desmembrando sus provincias americanas… ya que no podían ganarlas mediante la guerra.
El único pero sería la necesidad de empresarios patriotas… que no abundan en nuestras tierras tras tantas décadas sin rumbo verdadero.
Esa noche de la elección chilena… mientras esperaba que retiraran un auto que abusivamente me impedía ingresar a mi estacionamiento… conversé con un parquero al que había conocido como conductor de gandolas cementeras.
Me dijo lo siguiente: “doctor –no lo soy- por un año en el que mi jefe –un Rodríguez al que calificó como Rey del Cemento”- ganó 600. 000 dólares solo con mi camión… me liquidó con 100 dólares”… “mi mujer está en estado y aquí gano más”.
Sin dejar atrás este tipo de abusos que son parte de una cultura a superar… la oportunidad de hacer buenos y honestos negocios… con Chile… o con quien sea en esta América mestiza… nunca pasará de una aventura… ese es el punto.