Hace casi 35 años, decenas de pasajeros murieron en un accidente aéreo después de que un piloto apostara a que podría aterrizar el avión a ciegas.
Por: The Sun
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Las horribles secuelas del feroz desastre del vuelo 6502 de Aeroflot en Rusia se mantuvieron en secreto durante años por la KGB.
Eso fue hasta que las imágenes, sacadas de contrabando de los escombros por el jefe del departamento de bomberos, el coronel AK Karpov, reaparecieron y se reveló el verdadero horror.
En octubre de 1986, el capitán Alexander Klyuyev despegó de Ekaterimburgo y se dirigía a Grozny en Rusia, con 87 pasajeros y 7 tripulantes a bordo.
Poco antes de aterrizar, Kliuyev apostó al primer oficial que podría aterrizar el avión Tu-134-A a ciegas, usando solo el equipo del avión para guiarlo al suelo.
Sintiéndose arrogante, Kliuyev ordenó que se corrieran las cortinas sobre el parabrisas de la cabina para oscurecer completamente su visión mientras estaba a 1.300 pies del suelo.
Ignoró las alarmas chirriantes y desobedeció las sugerencias del control de tráfico aéreo, dirigiéndose directamente hacia abajo.
El avión se estrelló con un chirrido cuando golpeó la pista, y el impacto hizo que todo el avión se volcara antes de que estallara en llamas.
Un total de 63 personas murieron en el lugar y otras siete fallecieron en el hospital.
Un año después, en junio de 1987, Klyuyev fue encarcelado durante 15 años por violar todas las reglas que se le ordenó obedecer.
Pero fue liberado después de solo seis, informa el periódico Soviet Russia.
Su copiloto trató frenéticamente de salvar a algunos de los pasajeros heridos, antes de que él mismo muriera de insuficiencia cardíaca camino al hospital.