Amos Smith: El bochinche que habitamos

Amos Smith: El bochinche que habitamos

La esperanza es el deber del sentimiento.
Fernando Pessoa

Nadie se va y nadie se queda porque quiere. Porque la búsqueda de una vida normal llega a cruzar las aguas del Rio Grande o quedarse a vivir en una aventura extrema cotidiana.

Cómo creer en algo o en alguien?. Vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo, todos manoseaos, como en el tango Cambalache de Discépolo.





Nos han convertido en un largo inventario de resentimientos, dónde falta de todo y sobran los culpables, las guerras y los enemigos imaginarios.

Dónde la hegemonía minoritaria divide y suma artrópodos arácnidos y explica con detalle y de frente sus oscuras intenciones hacia las mayoría que solo ven la multiplicación de sus dificultades y la resta de sus oportunidades. o lo que es lo mismo, un poder ejercido como una operación estrictamente matemática.., dónde los logros personales de una burguesía emergente sirve para enumerar logros ficticios del caratablismo oficial.

La elaboración del totalitarismo tiene la precisión de una receta de Armando Scannone. Los héroes de la patria y la devoción nacionalista pera la reescritura de nuestra historia. La obediencia absoluta y las rodillas en tierra descritas como participación y agradecimiento obligado. Las soluciones esotéricas a los problemas interminables. Un pensamiento unificado que desecha la pluralidad y la disidencia.

Pero la seducción de la maldad nunca alcanza para esconder la incapacidad de la perpetuidad.

El triunfo de la voluntad y Olimpia son películas propagandisticas de la Alemania nazi de la directora Leni Riefenstahl. Tenían unas técnicas cinematográficas innovadoras que aún se siguen utilizando para mostrar la omnipresencia y la bondad, el aturdimiento de la hipnosis colectiva y la emoción extrema provocada por el buenazo de Adolfo Hitler. Son obras de arte de la propaganda política independientemente de sus fines. Así se vendió la imagen del director eterno del manicomio nacional. Quedan cientos, quizás Miles de horas hablando sobre cualquier tópico y es utilizada a conveniencia por el monopensamiento oficial.

Cuando este delirio tropical pase, porque, aunque los antitodos digan lo contrario, esto pasará, esos discursos interminables del líder eterno de este desvarío histórico, serán una enfermedad devenida en remedio, porque servirán para erradicar para siempre el insomnio que sufrimos millones de venezolanos en los 21 años de este siglo.

Feliz navidad y año nuevo porque la esperanza tiene que ser un deber del sentimiento. Que nada ni nadie pueda destruir tu espíritu. Dios los bendiga siempre