Como consecuencia de la crisis económica que se vive en el país, en San Cristóbal existe un alto índice de abandono de los animales domésticos como perros y gatos, porque sus representantes deciden abandonarlos en la calle.
Corresponsalía La Patilla
“La situación país ha permitido que la gente eche los animales a la calle para que salgan a buscar comida. No esterilizan a sus animalitos por los costos y esto conlleva a que haya un reproducción muy grande de diferentes especies”, expuso Grecia Salinas, presidenta de la Fundación Amor por los Animales Venezuela (APLAV).
Una gata logra tener gestaciones tres o cuatro veces en el año y puede tener hasta tres o cuatro crías, ejemplifica Salinas, lo que quiere decir que en el año son muchos animales felinos que se reproducen, al igual que los caninos.
Por eso realizó un llamado a los representantes de perros y gatos a realizar las esterilizaciones, aunque se entiende que en las clínicas veterinarias estos procedimientos son costosos.
Indicó que hay fundaciones como APLAV que realizan estos procedimientos a bajos costos. Esta fundación lleva a cabo una jornada de recolección de fondos pote a pote, a fin de poner el saldo en cero en los acuerdos que tienen con las clínicas veterinarias y comenzar el año 2022 sin deudas, con el propósito de seguir ayudando a los animales sin representados que deambulan por las calles de San Cristóbal.
Señaló que también muchas personas se han ido del país y dejan a los animales solos o con el vecino, lo que conlleva a que la mascota muera sola en casa.
“Día a día son reportes de animales amarrados, dentro de una casa o un apartamento”, refirió Salinas. Estos casos se tratan de canalizar con las autoridades.
En esta temporada, APLAV tiene el reporte de muchos animales extraviados y es debido al constante sonido de la pólvora.
Con relación a los fuegos artificiales que caracteriza a este mes, la presidenta de APLAV describió que las mascotas son las que más sufren por este tipo de estruendos, ya que su organismo se altera y pueden llegar a sufrir paros respiratorios, se les revientan los oídos, presentan problemas de audición y quedan en un estado nervioso, al punto que todos sus órganos se descontrolan y pueden llegar a la muerte.
“Cuando ellos escuchan una cantidad de pólvora, salen corriendo en una estampida, de manera que ellos no ven lo que hay enfrente”, destacó.