¿Show o cotidianidad? La Divaza y su mamá se viralizaron por discutir en redes sociales

¿Show o cotidianidad? La Divaza y su mamá se viralizaron por discutir en redes sociales

Desde poco antes de que llegara a Venezuela, Pedro Luis Joao, más conocido como, La Divaza, ha dado de qué hablar por escándalos que han tomado fuerzas en sus mismas redes sociales; y es que lo que parecía que iban a ser vacaciones familiares se han convertido en días de conflictos.

Desde el pasado 24 de diciembre, las reacciones por parte de la progenitora del influencer han causado revuelo, pues durante la cena navideña, esta aseguró que su hijo no es homosexual; pues también tiene gusto por «las mujeres explotadas», incluso expresó que Pedro cuando era niño tenía erecciones al ver a las amigas de su hermana.





Lo que ahora desató el descontento de los millones de internautas fue el momento en el que La Divaza quería ser llamado como sirena; pero a gritos su madre le explicaba que el debía sentirse un tritón, pues era el género mitológico que le pertenece a estos seres mitad pez y mitad humanos. Esto debido a una creativa imagen que posteó el influencer en costas venezolanas, en la que luce como una sirena.

Porque los hombres, los machos son tritones… Tu eres un macho, si te pones la peluca y te maquillas como una mujer yo te digo sirena, sino no», contó Kenia. Igualmente de forma sohez se dirigió a quienes la cuestionan, diciendo: «Vayan a comer mier%*, maménse una paloma, esa es gente que tiene algo en la cabeza, ahorita mando a comer mier&$ a todo el mundo… No seas pendejo”.

Mientras tanto, el venezolano solo le exigía respeto a su madre y que lo aceptara tal y como él se sintiera. Todo no se detuvo aquí, pues la molestia de la madre continuó. “El día que yo te vea una c%$a en el medio de las piernas serás una sirena para mí; del resto pana, usted es un macho, un hombre”, finalizó.

Miles de usuarios aseguraron que la situación solo era un ‘show’ para causar controversia en las plataformas digitales, otros por el contrario comentaron que esta actitud era cotidiana en la Sra. Kenia Fair Álvarez.