La historia detrás del tétrico sonido de pasos con tacones en una reconocida clínica de San Cristóbal

La historia detrás del tétrico sonido de pasos con tacones en una reconocida clínica de San Cristóbal

Foto: La Prensa Lara / Enfermera Natalia

 

 

 





En los pasillos de la reconocida Policlínica, un centro de salud privado en la ciudad de San Cristóbal, se escuchan los fuertes pasos de una mujer en tacones que recorre el piso de cardiología cada madrugada. El rumor de su paso era un secreto a voces que sólo se comentaba entre los trabajadores de la clínica. Era una historia que Dora, una joven enfermera, no conocía y el día de su primera guardia nocturna escuchó aquellos tacones. Así lo reseñó La Prensa Táchira.

Dora estaba concentrada leyendo un libro para así no quedarse dormida, eran alrededor de las 12 de la noche cuando escuchó los primeros pasos en tacones, la joven se asustó y a pesar de su nerviosismo fue a verificar quién era la persona que recorría el lugar, al percatarse que no era nadie, se generó una incógnita en ella, pues era la única persona que estaba en el piso de cardiología.

La enfermera que estaba muy emocionada por comenzar a trabajar en esta clínica, no se imaginó que pasaría tal susto horas después. Ya se acercaban las tres de la mañana y Dora se propuso que a las tres exactas realizaría un recorrido por las habitaciones para examinar el estado de los pacientes que se encontraban hospitalizados en el piso esa noche. Cuando ya el reloj marcaba las 3:00am, Dora comenzó su recorrido.

Al ingresar a la primera habitación, la paciente que allí se encontraba le informa a Dora que otra “enfermera” le había tomado la tensión media hora antes, y que le explicó que se encontraba muy bien.

El comentario de la paciente genera dudas en Dora, puesto que era la única enfermera de turno. Sin darle mucha importancia a lo dicho, la enfermera se dispone a visitar a un joven que había sido operado a corazón abierto y su estado de salud era delicado. Cuando Dora le pregunta que cómo se sentía, el joven responde “me siento bastante mejor, la otra enfermera vino hace rato y me dijo que estaba respondiendo bien al tratamiento, gracias a las dos por cuidarme tanto y estar pendiente de mí”. En ese momento, Dora confirmó que algo extraño estaba pasando, nadie más que ella estaba autorizada para cuidar a los pacientes, y los extraños pasos de mujer en tacones ya la habían puesto alerta.

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