Ángel Correa se convirtió en el ángel del Atlético de Madrid. El argentino aprovechó dos jugadas para liquidar el partido ante el Rayo Vallecano (2-0) con lo que el equipo rojiblanco vuelve a la senda de la victoria en el inicio del 2022.
Por Marca.com
En el primer gol de Ángel Correa, hay que destacar a Carrasco. El belga rescató un balón que estaba a punto de perderse en la línea de fondo. Después, ni De Paul, ni Hermoso la pudieron clavar… hasta que llegó Correa para darle la ventaja a los Atléticos.
Para entonces, e iba por media hora la cosa, lo más destacado había sido la tarjeta que se había llevado Simeone por reclamar con aspavientos la que no se había llevado Balliu, así como la horrible resolución de Suárez en un mano a mano con Luca.
El Atlético se había hecho poco a poco con el dominio, pero exhibía los habituales problemas para la creación. Porque Kondogbia merodea recuperando un impresionante número de balones, pero para distribuirlos después suele necesitar un socio que tampoco es De Paul. La aparición del argentino en la única diana del primer acto redimió de hecho la que venía siendo para él otra tarde plana. Lo mejor para el Atlético a esas alturas era que el Rayo no se acercaba a Oblak ni para desear feliz año.
Correa reapareció enseguida, para firmar su particular doblete en jugada que antes pasó por Kondogbia, Lemar y Lodi sin que el Rayo se diera por aludido en ninguno de los casos. Fue entonces cuando llegaron los cambios de parte del conjunto de Vallecas, aunque sin éxito alguno. Lemar y Carrasco tuvieron el tercero local, faltando centímetros en un caso, sobrando el poste en el otro.