Los envíos ilícitos de petróleo iraní aumentaron un 40 por ciento en 2021, con China y Siria como los principales importadores de este crudo fuertemente sancionado, según cifras publicadas por un grupo de vigilancia que destacan la aplicación laxa de las sanciones estadounidenses por parte de la administración de Joe Biden.
Por Adam Kredo | The Washington Free Beacon
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
De 2020 a 2021, cuando la administración Biden comenzó las negociaciones con Irán en torno a un acuerdo nuclear renovado y comenzó a deshacer las sanciones al régimen de línea dura, las exportaciones de petróleo iraníes aumentaron en 123 millones de barriles, o 40 por ciento, según United Against Nuclear Iran (UANI), que sigue de cerca la armada de petroleros ilegales de Teherán.
China fue, con mucho, el principal importador, lo que indica una creciente alianza entre los dos regímenes rebeldes. Beijing absorbió un total de 310 millones de barriles de petróleo crudo y condensados de gas de enero a septiembre del año pasado, según UANI. Este número es mayor que el número total de barriles de petróleo vendidos a todos los demás destinos en 2020 juntos y supera el mismo período en 2020 en casi 100 millones de barriles. Los Emiratos Árabes Unidos, Siria, Venezuela y Rusia fueron los siguientes mayores importadores del crudo prohibido de Irán. En total, Irán exportó 417,706,340 barriles de crudo en 2021.
El fuerte aumento de las exportaciones indica una aplicación laxa por parte de la administración Biden de las sanciones al sector petrolero de Irán, que siguen vigentes mientras Estados Unidos negocia con Teherán una nueva versión del acuerdo nuclear de 2015, dicen los expertos. Estos envíos también proporcionaron a Irán millones de dólares en ingresos en medio de una enorme crisis de efectivo que ha paralizado al gobierno iraní y provocado varias oleadas de protestas en todo el país. Es probable que este salvavidas ayude a financiar la empresa regional de terrorismo de Irán, que incluye el apoyo a Hamas, Hezbolá y los terroristas rebeldes hutíes en Yemen.
“El aumento del 40 por ciento en las exportaciones de petróleo de Irán es el resultado de la negativa de la administración Biden a hacer cumplir las sanciones”, dijo Claire Jungman, jefa de personal de UANI, al Washington Free Beacon. “Esta falta de aplicación es una forma de alivio de las sanciones y ha llevado a una mejora en la situación económica de Irán y ha disminuido la influencia y credibilidad de Estados Unidos durante las negociaciones”.
Irán pudo aumentar sus exportaciones de petróleo a través de una combinación de subterfugios y aplicación de sanciones laxas. Teherán utiliza una supuesta armada fantasma de barcos de bandera extranjera para evitar ser detectados y eludir a las autoridades internacionales. Los barcos del país apagan rutinariamente sus dispositivos de rastreo a bordo, lo cual es ilegal, para que no aparezcan en los radares mientras transportan el petróleo a través de aguas internacionales.
Los analistas de UANI rastrearon una flota de embarcaciones de bandera extranjera no autorizadas que transportaban crudo iraní a lo largo de 2021 a varios destinos. Los 10 principales barcos de esta flota representaron alrededor del 26 por ciento de las exportaciones totales de petróleo de Irán en 2021, lo que muestra cómo la aplicación laxa de sanciones por parte de Estados Unidos ayudó al comercio petrolero de Teherán a experimentar un período de auge. La gran mayoría de este aceite se vendió a China.
“La administración Biden debe hacer más difícil para Irán exportar su petróleo”, dijo Jungman. “Para empezar, debería sancionar a los buques individuales que transportan petróleo iraní”.
La UANI hizo que varios barcos iraníes fueran incluidos en la lista negra por las autoridades marítimas a través de una campaña de presión dirigida a las compañías navieras internacionales.
La Autoridad Marítima de Zanzíbar, por ejemplo, con sede en Tanzania, revocó 11 buques durante 2021. Det Norske Veritas GL, una autoridad en Noruega, persiguió a 12 buques por su trabajo ilícito con Irán. West of England P&I Club, una autoridad con sede en el Reino Unido, revocó el seguro de 12 embarcaciones por sus tratos con Teherán.
A principios de este mes, el American Bureau of Shipping, con sede en EEUU, retiró la clasificación de un petrolero llamado Elsa después de que UANI le presentara información sobre la actividad autorizada del barco en el Golfo Pérsico.
Un portavoz del Departamento de Estado, que habló sólo como antecedentes, dijo al Free Beacon que rutinariamente “monitorea las actividades de los mercados petroleros a nivel mundial” y está al tanto de los “informes mencionados, pero no especulará sobre la naturaleza de la actividad”.
El Departamento de Estado también dijo que continúa participando en la diplomacia con Irán como parte de los esfuerzos para solidificar un nuevo acuerdo nuclear y que cualquier acuerdo futuro “por supuesto incluiría el levantamiento de las sanciones a las exportaciones de petróleo iraní”. Sin embargo, estas sanciones permanecen en pleno efecto hasta la conclusión de estas conversaciones, dijo el funcionario.
Actualmente, “Estados Unidos busca limitar las exportaciones de petróleo, productos derivados del petróleo y productos petroquímicos de Irán, a menos que estén sujetos a una exención o excepción”, dijo el portavoz.