Príncipe Andrés vendió una lujosa y millonaria propiedad para pagar su juicio por abuso sexual

Príncipe Andrés vendió una lujosa y millonaria propiedad para pagar su juicio por abuso sexual

El Príncipe Andrés fue acusado de abuso sexual (Foto: Reuters)

 

El Príncipe Andrés encontró un comprador para una de sus más importantes propiedades inmobiliarias. El integrante de la realeza cotizó dicha construcción en más de 17 millones de libras esterlinas. Con el dinero obtenido financiaría los costos de su juicio en razón de sus supuesto vínculo con la red de tráfico sexual ostentada por Jeffrey Epstein.

Por Infobae





La transacción se hizo para obtener el chalet que el Príncipe Andrés tiene en Suiza. Este tipo de hogar se caracteriza por estar sobre un terreno libre o patio extenso. El comprador, cuyo nombre no fue revelado, accedió al precio, según reportó el diario The Sun.

No obstante, dicha ostentosa cantidad no le pertenecerá en su totalidad al Príncipe, ya que primero deberá solventar una deuda con Isabelle de Rouvre, quien le hizo un préstamo para que pudiera adquirir el hogar en un primer momento.

El dinero restante, según reportó The Sun, podría ser usado para solventar los gastos que tiene debido a su enjuiciamiento por presunto abuso sexual contra Virginia Roberts Giufrre, una víctima de la mencionada red de trata de personas que tenía el empresario Jeffrey Epstein.

Trascendió la información que la familia del Duque de York viajó, por una última vez, para despedir a la extravagante casa. Se menciona que el trato de compra se encuentra en revisión final, pero la transacción es totalmente oficial, pues ya se retiró del mercado de bienes raíces.

El Príncipe Andrés espera ansiosamente la resolución de la corte estadounidense, dirigida por el juez Lewis Kaplan, para poder desechar la demanda de abuso sexual por parte de Virginia Roberts Giuffre. La defensa del hijo de la Reina Isabel II argumentó que aparentemente habría existido un acuerdo económico entre la víctima y Jeffrey Epstein para evitar futuros reclamos.

Vista de una fotografía donde aparecen Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell. EFE/Jason Szenes/Archivo

 

El documento se firmó en 2009. En este, Epstein otorgó una cantidad de medio millón de dólares a Roberts Giuffre para quitar las demandas que realizó por presunto abuso sexual, cuando ella aún era menor de edad. Dicho texto se hizo público y entre sus líneas mencionaba la cobertura legal a favor de Jeffrey y cualquier otra persona potencialmente involucrada, entre estas, el posible vínculo con el Príncipe Andrés.

Según lo postulado por el bufete legal del integrante de la familia real, Virginia Giuffre renunció a su derecho de realizar más demandas cuando oficializó el acuerdo con el magnate estadounidense. Por su parte, los jueces Lewis Kaplan y Lorretta Preska se mantienen con escepticismo y aún no emiten una sentencia final.

El acuerdo de Epstein y Giuffre, que cabe resaltar fue extraoficial, sería uno de los últimos recursos que tiene la defensa del Príncipe Andrés. De negarse a reconocer dicho documento como una resolutiva, el hijo de la Reina Isabel II se vería envuelto en todo un proceso legal en Nueva York que, por si queda espacio a la duda, será bastante costoso.

Por su parte, la monarquía inglesa se alejó totalmente del caso. Sin financiamiento, la situación se complica para el Duque de York. La Familia Real argumentó que de haberse colocado del lado del acusado, tanto la imagen como la reputación del reinado se verían severamente afectados.

El caso Jeffrey Epstein sigue dando de qué hablar. Recientemente, Ghislain Maxwell, expareja del polémico empresario, fue condenada por tráfico sexual de menores de edad. A la mencionada se le imputaron cinco de los seis cargos que afrontaba. Con esta resolutiva, Maxwell podría pasar más de cuatro décadas en prisión.

Parte de solución a favor de las víctimas se dio gracias al testimonio de Carolyn. La joven testificó que durante 2001 y 2004, en las visitas de Jeffrey Epstein a Florida, le pagaron por tener relaciones sexuales con el magnate. La primera ocasión sucedió, según mencionó ella misma, cuando tenía 14 años.