La forma correcta en la que se debe succionar el clítoris para aumentar el placer

La forma correcta en la que se debe succionar el clítoris para aumentar el placer

FOTO DE PAUL TAYLOR/GETTY.

 

Cuando se trata de hacer que una mujer cisgénero alcance el orgasmo, ya sabes lo que dicen: si no te concentras en el clítoris, no va a pasar. Está bien, nadie dice eso (aunque deberían decirlo), pero el punto sigue siendo que, a diferencia del casi mítico punto G, la estimulación del clítoris, especialmente la oral, durante mucho tiempo se ha considerado como la mejor forma de provocarle orgasmos intensos a una persona con clítoris.

Por Vice 





Esta es la parte buena de todo esto.

Lo que no es tan bueno es que la mayoría de la gente no sabe muy bien lo que se debe hacer para que las mujeres realmente experimenten el máximo placer cuando les hacen sexo oral. Aunque varios estudios sugieren que las mujeres tienen muchas más probabilidades de tener un orgasmo si su pareja estimula su clítoris con la lengua, eso no necesariamente significa que sus parejas sepan cómo hacerlo.

“Algunos tipos con los que he estado simplemente empujan la lengua como si estuvieran tratando de darle un beso de lengua a mis labios vaginales”, le dijo a VICE Revati*, una profesional de marketing de 23 años que prefiere permanecer en el anonimato. “Creen que simplemente con sacar la lengua y lamer y pinchar con ella, sin ninguna técnica, pueden hacer que me venga. Sin embargo, con eso solo me obligan a fingir”.

El clítoris se encuentra arriba de la abertura vaginal y es una de las zonas erógenas más sensibles debido a su alta concentración de terminaciones nerviosas. Hay muchas formas de estimular ese sensible centro de placer. Succionarlo es una de ellas.

La idea es crear una sensación similar a la de succionar, lo cual puede hacer que una mujer sienta que estás tratando de pulir tus habilidades para silbar o de hacer que tenga un orgasmo fuera de serie. Succionar el clítoris crea una especie de bomba de vacío que vuelve al clítoris aún más sensible porque aumenta la circulación sanguínea en la región, lo que hace que este acto sea irresistiblemente placentero.

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