La oscura historia del famoso concurso de televisión “El gran juego de la oca”

El gran juego de la oca

 

Juan Jiménez era el saxofón y flauta del mítico grupo de los sesenta y setenta Los Pekenikes. Acababa de volver de Sevilla, donde los tres directivos que pusieron en marcha ‘El gran juego de la oca’ en Antena 3 le habían enviado para grabar el programa piloto… del mismo espectáculo. Había sido idea suya, se la habían robado y todavía no era consciente de los problemas kafkianos a los que se enfrentaba.

Por Juan Soto Ivars | El Confidencial





Juan Jiménez sostiene, y asegura que tiene pruebas de sobra, que él mismo había presentado a esos tres directivos en Televisión Española el formato de llevar a la televisión un juego de mesa, con dados electrónicos accionados por un mando a distancia y todo lo demás. La idea había entusiasmado a los directivos de la pública, que le animaron a gastar todos sus ahorros en el rodaje de un programa piloto. Se iban a hacer de oro, le dijeron, pero los tres se marcharon a Antena 3 después de darle largas.

Esta es, al menos, la versión de la familia Jiménez Palencia, que se enfrenta, mientras ‘El Gran Juego de la Oca’ produce decenas de millones de pesetas en publicidad, a un calvario de juicios amañados por un abogado presuntamente corrupto y, en consecuencia, al desastre: la obsesión del padre con que se haga justicia, la pobreza más miserable después de una vida de opulencia, los desahucios, la depresión y el suicidio de una de las hijas, que pesará como una losa en la conciencia de un hombre convertido en David frente a Goliat.

“El plagio”. (Pepitas de calabaza)

 

A Juan Jiménez lo asesoró un abogado que luego resultó ser amigo íntimo de uno de los tres directivos. Le dijo que iban a denunciar a Antena 3, puesto que no tenía sentido ir a por los tres señores, y luego boicoteó el juicio desde dentro, según los Jiménez. Llegó a presentar tarde una pericial que aseguraba que el plagio era muy difícil de discutir, e hizo toda clase de movimientos desleales hacia Jiménez, que había perdido todo su dinero en el piloto y empezaba a endeudarse peligrosamente con el juicio.

Finalmente, después de muchos años y un cambio de jueza a última hora, la sentencia fue absolutoria para Antena 3, pero Jiménez logró grabar a escondidas una reunión con el abogado donde este admitía que los directivos le habían sobornado con dinero para hacer una defensa desleal, y donde además recomendaba a su cliente aceptar los 300.000 euros que los directivos le habían ofrecido a cambio de olvidarse de esta historia. Sin embargo, Jiménez no parece ser un hombre que se venda de esta forma.

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