Venezuela atraviesa un momento difícil económico, desde hace ya bastante tiempo. Mucho trabajo se pasa en nuestro país. Nadie escapa de esa realidad. Y si bien es cierto, que las clases D y E, han sido las más afectadas, estratos sociales como la denominada anteriormente clase media, no han escapado de esa lamentable situación, de querer emigrar de nuestra amada Venezuela.
Los orígenes y las razones de emigración, tienen diferentes motivaciones. Cada familia tiene sus propios estímulos. Los venezolanos, quienes siempre han sido joviales y abiertos, los nacientes de esta hermosa patria que abrió sus fronteras a todos las personas de diferentes países vecinos, incluso de otros continentes, que pasaron por la peores guerras o víctimas de las más cruentas dictaduras; observamos hoy, con profunda preocupación como se les cierra las puertas con barricadas, y fuertes medidas migratorias, a nuestros hermanos para evitar que ingresen a otros suelos de diferentes países.
No se trata de buscar causales o precisión de quienes son los buenos o malos de esta maléfica situación, lo único que nos ha quedado claro en esta enorme diáspora que ha llevado a centenares de miles de venezolanos a intentar hacer una nueva vida fuera de nuestras fronteras, es que no merecemos ser victimas de XENOFOBIA.
Los venezolanos que nos hemos quedados en nuestra patria, en nuestra amada Venezuela, todos los días hacemos lo que tenemos que hacer para buscar el avance de nuestra patria. Cada uno en sus áreas de influencia, en su habitad, en su responsabilidad, algunos más que otros, pero en esencia, todos con el ánimo de superación y avance necesario para lograr más temprano que tarde, cambios en positivo para nuestro país. Y esto es esperanzador para todos los venezolanos que están afuera, y que siempre desearán volver a su patria.
Este tránsito amargo, con miles de venezolanos pasando un trance complicado para entrar y vivir con decencia en otras latitudes, Dios quiera que sea un mal recuerdo, y podamos con libertad abrazarnos bien aquí en nuestras ciudades de origen, o cualquier espacio geográfico del mundo con puertas abiertas para todos los venezolanos; y decimos esto, porque ese trato, NO LO MRECEMOS.
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