Más de dos mil venezolanos regresan por aumento del costo de la vida en Trinidad y Tobago

Más de dos mil venezolanos regresan por aumento del costo de la vida en Trinidad y Tobago

Venezolanos a bordo de una piragua que se dirige a la playa Los Iros en Trinidad y Tobago. Foto de Lincoln Holder.

 

Más de 2.000 venezolanos que llegaron a Trinidad y Tobago en busca de un mejor lugar para vivir, han regresado a Venezuela a medida que aumenta el costo de vida en la isla caribeña.

Por Grévic Alvarado / Sunday Newsday
Traducción libre del inglés por lapatilla.com





Desde que Trinidad y Tobago reabrió sus fronteras el 17 de julio de 2021, miles de migrantes se han ido por voluntad propia. Las fronteras se cerraron en marzo de 2020 como una de las medidas para evitar la propagación del Covid-19. Uno de los grupos más grandes se fue el día que se reabrieron las fronteras.

Ese día, cerca de 700 migrantes que buscaron refugio para escapar de la crisis económica y política en Venezuela, abandonaron la isla en un barco para regresar a casa.

La mayoría de los pasajeros eran enfermos, desempleados, madres solteras, mujeres embarazadas y niños.

Algunos de los adultos habían aprovechado el ejercicio de registro a mediados de 2019 ofrecido por el Gobierno, que permitió a 16.523 de ellos vivir y trabajar en este país.

En febrero de 2021, el Gobierno aprobó la llegada de un avión venezolano al aeropuerto de Piarco para llevar de regreso a 90 migrantes. La embajada de Venezuela en Trinidad y Tobago estuvo a cargo de ambos viajes de repatriación.

Según los venezolanos que viven en Trinidad y Tobago, cientos más han sido deportados por el gobierno y un número desconocido ha estado saliendo irregularmente en pequeñas embarcaciones.

Algunas familias que dejaron atrás a sus hijos cuando huyeron de Venezuela debido a la escasez de alimentos y suministros médicos, dijeron que su decisión de regresar a casa también fue difícil.

Cristian Roldan, un venezolano de 32 años que esperaba en el puerto de Cedros, el pasado 27 de enero, para subirse a la lancha que lo llevaría a casa luego de cuatro años en Trinidad y Tobago, dice que extraña a su hijo.

“Vine a Trinidad y Tobago por mi hijo y por él vuelvo ahora. Cuando me fui de mi país tenía dos años, hoy ha crecido. Lo extraño y necesito abrazarlo”, expresó Roldan.

Agradeció a la gente de Trinidad y Tobago por abrirle las puertas y brindarle apoyo durante su estadía.

“Creo que mi tiempo en Trinidad y Tobago ha terminado. Voy a mi país buscando alternativas para seguir dándole a mi hijo la estabilidad socioeconómica que necesita y estar a su lado”, mencionó.

Aunque muchos venezolanos creen que las cosas en su país no han mejorado, otros como Carlos Altuve creen que sí.

“Hay opciones, se puede abrir algún negocio en Venezuela. Ahora el dólar americano se está manejando mucho allí y muchas empresas han reabierto. Quiero ir a probar suerte a mi propio país, con mi familia cerca”, dijo Altuve.

Él y su hermano Andrés, ambos abogados, han estado en la isla durante tres años y trabajaron en la industria de la construcción, mientras estuvieron aquí.

César Armao llevaba tres años y medio en Trinidad y Tobago, cuando decidió poner fin a su aventura migratoria.

“Estoy cansado de emigrar, aquí la economía también está cambiando, los precios de los alimentos, el transporte, el alquiler y los medicamentos están subiendo, mientras que los salarios de los migrantes son cada vez más bajos”, dijo.

“Trinidad y Tobago es un país hermoso, pero lamentablemente para los migrantes, la situación legal y la falta de respuestas para la educación y atención médica de nuestros hijos nos obligan a ir a otros países”, dijo Luisa Arcia.

Tenía entre sus planes al llegar a Venezuela con su hijo, era ver a sus padres, y seguir una semana después a Brasil.

“En Brasil y otros países, el apoyo legal a los venezolanos es importante. Tenemos identificación desde hace varios años con permisos de trabajo, acceso a cuentas bancarias, licencias de conducir, los niños migrantes pueden estudiar y acudir a consultas médicas en los sistemas públicos, muy diferente al trato que recibimos en Trinidad y Tobago. Es incomprensible que un niño migrante, que no tiene la culpa de las cosas del mundo, no pueda recibir educación y salud”, señaló.

Cada venezolano que regresa a su país tiene diversas razones y planes para el futuro, algunos van para quedarse y tratan de avanzar en su propia tierra, mientras que otros siguen buscando oportunidades en otros países.

Ángel del Orinoco es la principal empresa de transporte que ha llevado a la mayoría de los venezolanos de vuelta a casa en su servicio de ferry.

Orangel Lacourt, propietario de Ángel del Orinoco, dijo a Sunday Newsday que desde que recibieron los permisos de viaje el año pasado, más de 1.000 migrantes han viajado desde Trinidad y Tobago T a Venezuela con ellos.

Lacourt comentó que dos barcos de 36 pasajeros hacen dos viajes a la semana. “Somos una empresa con cinco años de operación entre ambos países y con más de 30 empleados. Tenemos dos barcos que hacen el viaje una vez por semana saliendo desde el puerto de Manamo, Tucupita, Venezuela los martes y jueves hasta el Puerto de Cedros en Trinidad y Tobago”, detalló.

Otras navieras radicadas en ambos países también están realizando los trámites legales para el transporte marítimo de personas.

Puerto Caribe es una de esas empresas navieras que actualmente transportan encomiendas pero pretenden transportar pasajeros también.

Sheliza Sebatiani, propietaria de la empresa, mencionó que tendrían como punto de Venezuela el puerto de Güiria y el puerto de Chaguaramas.

“Solo estamos esperando la aprobación de las autoridades de Trinidad porque el puerto privado que usamos solo tiene permisos para la salida de paquetes”, dijo.

Sebastiani espera en las próximas semanas poder iniciar con los viajes de pasajeros Trinidad y Tobago – Venezuela.

El registro de Ángel del Orinoco tiene cientos de solicitudes de boletos, para viajar de regreso a Venezuela.

Los venezolanos también pueden regresar por los vuelos que ofrece Copa Airlines vía Piarco a Panamá y luego a Caracas. Hasta el momento, no hay vuelos comerciales directos entre los dos países.

Ángel del Orinoco ofrece sus boletos a Trinidad y Tobago entre 2.000 o 250 dólares por persona, además de 75 dólares por el impuesto de salida y la prueba de antígeno o PCR para Covid-19 con 72 horas de vigencia previa, que varía en precios desde 250 dólares. Hay un costo adicional para el taxi para llevar pasajeros a Cedros.

Puerto Caribe tiene un plan por una tarifa más baja de 125 dólares por persona, más otros gastos comunes.

“Nuestra intención es poder ayudar a los venezolanos que quieren regresar a su país. Tenemos muchos amigos que no la están pasando bien aquí y necesitan irse a casa”, dijo Sebastiani.

Para quienes quieran viajar en avión, Copa Airlines ofrece en su sitio web el vuelo a Caracas por 783 dólares, además del costo de una prueba PCR e impuestos.

Funcionarios de la embajada venezolana dijeron al Sunday Newsday que cada persona que vaya a viajar necesita un pasaporte válido y quienes no lo tengan deben optar por un permiso de viaje provisional que tiene un valor entre 375 o 50 dólares.

Los menores de edad también necesitarán la autorización de sus padres o representantes legales. Los permisos de viaje provisionales para niños que no tienen pasaporte., se expiden de forma gratuita.

Sunday Newsday entiende que la embajada de Venezuela en Trinidad y Tobago no gestiona directamente la organización de los viajes, sin embargo, han colaborado brindando la información correspondiente sobre el proceso que deben seguir las navieras para obtener los permisos respectivos.