Lo que no se entiende es porque se cede en un momento de debilidad del régimen, derrotado hace unos días en un estado con una importancia simbólica vital, con su principal negociador económico en una cárcel de USA, con un proceso por violación de derechos humanos en curso por la Corte Penal Internacional y con informes negativos de organismos como la ONU, sumado a un gigantesco fracaso de políticas públicas que mantienen al país a medio paso del abismo y el caos.
La respuesta o parte de ella es que una oposición dispersa no puede capitalizar el descontento que es mayoría en el país y eso ha producido una incapacidad para consolidar a largo plazo el apoyo de un mundo democrático que tiene sus propios problemas y ha dejado de visualizar el caso Venezuela como prioridad y empieza a diferir las opciones para luego, porque a pesar de haber entrado en un tablero geopolítico con la amenaza de Rusia de tener una presencia militar más activa en Cuba, Venezuela y Nicaragua para amedrentar a los Estados Unidos, voceros de ese país han desestimado esas pretensiones, porque no consideran creíbles la concreción por parte de Rusia de esas amenazas para la seguridad interna de los Estados Unidos.
En conclusión, mientras la oposición que tiene el apoyo internacional continúe perdiendo las batallas discursivas y la mayoría descontenta la perciba fracturada no habrá calle ni protesta organizada que presione a Maduro. ¿Cuál es el objetivo del llamado a la calle el 12 de febrero? Los jóvenes venezolanos han demostrado en las protestas de calle coraje de sobra y muchos han perdido la vida a manos del régimen ¿Qué le va a decir Guaidó al país el 12 de febrero? ¿Qué tenemos que pedir que reduzcan las sanciones para que Maduro se siente a negociar qué? Por favor vamos a ser serios, no es poca cosa el futuro de un país, esperamos de Guaidó y de la oposición un plan, una hoja de ruta que no sea la de esperar el 2024 o cuando le venga en gana a Maduro realizar unas presidenciales en las que ganaría con comodidad, porque no encontramos la manera de convertir a la mayoría en una fuerza política de cambio.