Rodrigo Cabezas Morales: Presupuesto de la nación sin metas ni datos macroeconómicos

Rodrigo Cabezas Morales: Presupuesto de la nación sin metas ni datos macroeconómicos

Rodrigo Cabezas

 

El gobierno de Nicolás Maduro aprobó la Ley de Presupuesto de la República para el año 2022 en la AN oficialista, el pasado 14 de diciembre, apenas después de 72 horas que lo presentara Delcy Rodríguez, sin discusión alguna. Posteriormente, el mismo Maduro presentó en su memoria y cuenta, un balance optimista de la economía nacional, el pasado 15 de enero, y recientemente realizó anuncios sobre el encaje bancario y el crédito.

Dada la trascendencia para el desenvolvimiento de la economía nacional 2022, las expectativas y decisiones de sus actores y, en general, de la sociedad venezolana, realizamos una conversación sobre estos temas económicos y financieros con el profesor de LUZ, Rodrigo Cabezas Morales, economista, ex ministro de Finanzas en 2007, y de larga experiencia en la formulación y análisis presupuestario. En este dialogo se pone en evidencia de manera pedagógica la impericia técnica gubernamental, el fraude en metas macroeconómicas, el inconstitucional zarpazo fiscal contra gobernaciones y alcaldías, y la continuación de la crisis humanitaria venezolana en 2022, marcada por la desigualdad.





PRESUPUESTO DE LA NACION SIN METAS NI DATOS MACROECONOMICOS.

P: Cinco años después, se conoce una Ley de Presupuesto del país. La aprobó la AN oficialista en 72 horas. ¿Cuál es su visión del alcance económico del instrumento presupuestario?

RC: Ciertamente desde 2017 al 2021 este gobierno no ha formulado ni presentado Ley de Presupuesto y de Endeudamiento alguno. Esto ha provocado un grave retraso en la elaboración de las cuentas nacionales y ha pulverizado la trasparencia en la circulación monetaria del ingreso nacional. Nunca nadie se había atrevido a tanto.

El Presupuesto que aprobaron para el año 2022 no califica como tal, es un bodrio con absoluta inconsistencia técnica- económica, y en aspectos relevantes viola la Constitución. Le aseguro que la Ley de endeudamiento es literalmente una broma de mal gusto. Ambas, son más de trecientas páginas de retórica insulsa.

P: ¿Puede explicar lo de la inconsistencia técnica- económica?

RC: Esta es múltiple. Me remito a las más relevantes. Un presupuesto de la nación al resumir la política fiscal, monetaria, cambiaria y productiva del estado, debe proyectar tres metas macroeconómicas básicas: la tasa de crecimiento de la economía, el PIB, la tasa de comportamiento de los precios, la inflación, y el nivel de empleo. Ninguna de estas tasas esperadas aparece en lo que aprobaron. Esta es una omisión imperdonable por absurda.

P: ¿Y los otros precios o variables económicas?

RC: Igual de grave. El sistema de precios relativos que involucra el comportamiento o alineamiento del tipo de cambio, el nivel de las tasas de interés, el precio de los bienes y servicios, y la magnitud del salario real, fueron totalmente omitidos en el presupuesto 2022.
A esto, que ya es insólito, agreguemos que ocultaron el volumen de exportación petrolera, el precio referente del barril petrolero exportable, el déficit primario y el saldo de la balanza de pagos. ¿Cómo se puede hacer cálculo económico sin precios de mercado? Todas estas variables y precios las utilizan los inversionistas para determinar, en el cálculo económico, las expectativas de riesgo de invertir o no en una economía, y es información vital para el análisis, la investigación y la trasparencia de los temas económicos.

P: ¿Qué puede justificar tan graves fallas técnicas en el presupuesto de la nación?

RC: Nada lo justifica. Queda en evidencia la impericia profesional en la formulación de la política económica. A ningún economista serio se le ocurriría presentar un disparate de presupuesto como el que aprobaron. Me queda claro que no elaboraron la programación financiera que permite, por una parte, determinar el margen para el endeudamiento externo, estimando valores factibles del balance externo en cuenta corriente, más el ingreso esperado de capital, y de la otra, estimar una tasa de crecimiento del PIB, derivando la capacidad de endeudamiento interno, que, junto al externo, nos da el límite para fijar el déficit fiscal. Nada de esto, que es la columna principal de un presupuesto, aparece en lo que aprobó la AN.

P: ¿Porque la Ley de Endeudamiento es ´´una broma´´?

Estimaron 1.223 millones de dólares, el 9% de los ingresos, para proyectos de inversión vía endeudamiento, e igualmente, capturar del mercado otros 855 millones de dólares, el 6.3% del ingreso, para atender el servicio de la deuda. Independientemente de la magnitud, esa cifra no es creíble, ¿quién le puede comprar en el mundo financiero deuda titulada al gobierno de Maduro, por 2.078 millones de dólares? Nadie. Ese 15% de los ingresos totales, previstos por deuda en la Ley de Presupuesto, no tiene ninguna consistencia macroeconómica. Ninguna.

Si además observamos los montos que le asignan a varios supuestos proyectos de inversión financiados con deuda, pasamos de broma a chiste. Por ejemplo, recuperación y estabilización del sistema eléctrico nacional, 35.4 millones de dólares, diseño, construcción y operación de un complejo siderúrgico, 70.8 millones de dólares, una planta para la fabricación de tuberías de acero en costura en SIDOR, 3 millones de dólares. Por favor!.

P: Hace pocos días Nicolás Maduro afirmó que tenía una potente propuesta a sus acreedores para refinanciar y pagar la deuda externa. ¿Cuál es su opinión?

El mercado financiero no le cree. Su gobierno dejó de pagar la deuda externa en 2017, antes de las sanciones económicas a PDVSA, cuatro años después, su precariedad económica es diez veces peor, no tiene este gobierno como refinanciar la deuda, su anuncio no es serio.

DESPOJO FISCAL SIN PRECEDENTE A LAS REGIONES.

P: Afirma usted que en el Presupuesto hay una violación de la Constitución de la república. ¿Cómo se verifica y a quién afecta?

RC: El Ejecutivo viola el artículo 167 constitucional que ordena entregar el 20% de los ingresos corrientes ordinarios a las gobernaciones y alcaldías. Apenas transferirán el 5.5%. Han colocado de Situado Constitucional 2.937 millones de bolívares, la cifra correcta es 10.551 millones de bolívares. Es un fraude lo que hicieron, ya que por arte de magia declaran los ingresos ordinarios petroleros como ´´extraordinarios ´´. Primera vez en nuestra historia fiscal que los ingresos petroleros no son ingresos ordinarios, esto es un ardid que les permite despojar de 7.613 millones de bolívares a las regiones, es un zarpazo centralista que asfixia y busca poner de rodillas a los gobernadores y alcaldes de Venezuela.

P: Es grave para las regiones.

Por supuesto. Condenan a la mayoría de gobernaciones y alcaldías a ser tesorerías pagaderas de nóminas. Adicionalmente el impulso al crecimiento económico 2022, desde esas instancias, lo han castrado por esta decisión arbitraria e ilegal. Le doy el ejemplo del estado Zulia: le asignaron por situado 248 millones de bolívares, realmente le corresponden constitucionalmente 1.113 millones de bolívares. Si existiera un TSJ imparcial, el presupuesto 2022 tendría que ser declarado nulo por violar flagrantemente el artículo 167.

LOS DESEQUILIBRIOS ECONOMICOS SOCIALES CONTINUARAN. LA DOLARIZACION TRANSACCIONAL DESTRUYÓ LA MONEDA NACIONAL. ES UN FRACASO DEL GOBIERNO.

P: El discurso oficial habla de un gasto social del 76%, de erradicación de la pobreza extrema, de crecimiento económico, recuperación de la producción petrolera. ¿cuál es su balance de cara al 2022?

El gobierno hace propaganda que está divorciada de la vida de los venezolanos. Este año tendremos un déficit fiscal del 13% del PIB, qué al ser cubierto o financiado por el BCV, en no menos de 30 mil millones de bolívares, nos permite estimar una inflación anual, destructora del salario y de la inversión, cercana a 450% o más. Esto es, que el 48% del ingreso presupuestario lo financiará los bolívares de la computadora del BCV. Sigue la precariedad fiscal del estado, a ello se le suma la opacidad en la declaración de ingresos provenientes del oro que apenas calculan, en la Ley de Presupuestos, en 305 millones de dólares, o del coltán en 40 millones de dólares, y de los diamantes en sólo 453 mil dólares. Los tres totalmente subestimados. En general, estimo que estamos en una pausa hiperinflacionaria y devaluacionista. Las fuerzas de los desequilibrios de la economía real se impondrán y estos pueden regresar con más fuerza de la esperada frente a la narrativa de la normalidad de los bodegones, la dolarización transaccional y las importaciones a cero aranceles.

P: ¿Cuáles son esas fuerzas de los desequilibrios?

Son múltiples, entre otras, las limitaciones de la conducción no profesional de la política económica, las sanciones económicas al régimen que seguirán impactando a PDVSA, la prolongación de la pandemia en sus diferentes variantes, cuellos de botellas relativos a los servicios públicos: electricidad, agua, transporte y telecomunicaciones, infraestructura critica, sobre todo en vialidad, insuficiente y caótico suministro de combustible, y el precario acceso al crédito bancario. Todo esto en un contexto de inestabilidad política y aislamiento internacional, particularmente del financiamiento multilateral y del crédito internacional.

P: Irán, Rusia, Turquía y China, apoyan al régimen.

RC: Les une su carácter antidemocrático, ciertamente son los principales proveedores de productos e insumos, pero no aportan un dólar de préstamo, por el contrario, se las han arreglado para tener saldo positivo en la relación comercial con Venezuela. Rusia y China han disminuido las deudas que Venezuela tenía con ellos.

P: Reiteradamente el gobierno postula una recuperación de la producción petrolera. Su meta es llegar a dos millones de barriles este año.

Eso no es técnicamente posible, como no lo fue lo del millón y medio del 2021. El mercado petrolero mundial conoce de los artificios para presentar el petróleo iraní para mezcla y el stock nacional acumulados por falta de colocación exportable, como producción nacional.
PDVSA se apoya en empresas sin ninguna experiencia, colocando de lado las nacionales y extranjeras con las que venía trabajando exitosamente. De otro lado, las operaciones en las refinerías venezolanas están en poco más del 10% de su capacidad, esencialmente por falta de inversión, de crudo ligero y de mantenimiento, así como la escasez de profesionales y trabajadores especializados.

P: En reciente alocución Maduro anunció la reducción del encaje legal bancario de 85% al 73%, presentándola como positiva para el crédito productivo. ¿Cuál es su opinión?

El impacto sobre el crédito será marginal. Un encaje de 73% sigue siendo una camisa de fuerza para el sistema bancario nacional que opera precariamente reduciendo costos operativos, es decir cerrando sucursales, eliminando cajeros automáticos y despidiendo empleados. La crisis llevó a que la cartera de crédito apenas fuera el 0,9% del PIB, el año pasado. Con una banca nacional cuyos activos dependen en 68% de títulos y valores no es posible esperar ninguna recuperación en el corto plazo del crédito. Esto no se resuelve con show de TV.

P: Igual anuncian como una victoria la estabilización del tipo de cambio y la salida de la hiperinflación.

La devaluación continuará su curso destructor. Su contención es artificiosa con pérdida de reservas internacionales sin estrategia, es decir, sin ganancia de estabilización real. El tipo de cambio continuará impactado determinantemente por el financiamiento monetario del gasto fiscal, un nivel de reservas internacionales no adecuadas, con tendencia a bajar, la crisis operacional y financiera de la industria petrolera, una inflación interna muy alta con relación a la del mundo que, apreciando el tipo de cambio, lo obliga a ajustarse por arriba. Debe reiterarse el peso que tiene en el tipo de cambio la inestabilidad política y el aislamiento de los mercados de deuda por impago de esta.

Sobre el cierre del ciclo hiperinflacionario estimo que estamos en una pausa, originada fundamentalmente por el incremento de las transacciones en dólares dentro de la economía, y no en correspondencia con una política económica estabilizadora en lo fiscal, lo monetario, lo cambiario y lo productivo. De todas maneras, una desaceleración de la inflación hacia 500% o 450%, ¿a quién le sirve? Es obvio que a ningún actor económico, mucho menos al 76% de la población que mal vive en la precariedad del ingreso.

P: Nicolás Maduro ha presentado la dolarización como algo bueno, la calificó como “válvula de escape”.

La dolarización transaccional es el más estruendoso fracaso en política monetaria de quienes se colocan el antifaz antimperialista a cada rato. Venezuela llegó acá porque el gobierno no supo controlar la inflación que toma fuerza desde 2015, con el desplome de los precios del petróleo. Optaron por sustituir el ingreso petrolero con un tsunami de emisión de dinero inorgánico desde el BCV, son billones de bolívares creados de la nada, y en eso llevan 7 años. El resultado ha sido un caos total en lo fiscal, monetario y cambiario, que destruyó el signo monetario nacional, uno de los pilares de la soberanía patria. Es una ligereza increíble presentar la dolarización transaccional como una “válvula de escape’’, es un fracaso histórico.

LA DESIGUALDAD SE CONVIERTE EN UNO DE LOS PROBLEMAS ESTRUCTURALES DE LA SOCIEDAD VENEZOLANA.

P: El gobierno de Maduro insiste en presentar el gasto social, las misiones, la distribución de alimentos, como su compromiso en la lucha contra la pobreza y la guerra económica. ¿Cuál es su reflexión?

Son discursos y propaganda que el país no les cree. Lo ocurrido con la sociedad venezolana desde 2014 al presente, es la mayor destrucción de capital y de recurso humano que jamás hayamos vivido en 100 años. Más allá de los severos desequilibrios macroeconómicos y sociales, el legado más dramático que deja el fracaso de la revolución bolivariana, es la desigualdad, convertida en uno de los problemas estructurales que laceran la vida de los venezolanos. Es el capitalismo rentístico en transición, al capitalismo primitivo en desigualdad.

P: ¿Cómo se expresa la desigualdad?

En lo concreto la observo en 5 dimensiones. La primera, en la marcada diferencia en la distribución del ingreso nacional de sectores sociales.

El 10% más pobre de la población venezolana participa en el ingreso total per cápita en 0.8%, el 10% más rico captura el 33.9%. Se ha producido una acelerada concentración de la riqueza. La segunda, en la movilidad de los estratos socio-económicos venezolanos hacia el empobrecimiento. Los estratos D y E representaban un 74% en el año 1999, en el 2020, llegan al 87%. Los A, B y C representaban el 26% comenzando el siglo, bajan a 13% en 2020. La clase media se reduce sin parar.

La tercera, expresa pobreza extrema, sub consumo, hambre y desnutrición. El 67.7% de la población está en incapacidad de cubrir o satisfacer los gastos de alimentación. La cuarta, desde la esfera pública se constata que el sistema nacional de remuneración, salario mínimo y el bono de alimentación, perdieron toda la capacidad de valoración de la fuerza del trabajo. Este es 30 veces menor que el promedio de salario pagado en el sector privado. Y la quinta, es la distorsión del mercado interno, en el cual las importaciones atienden la demanda de un 15% de la población que privilegiadamente produce o accede a dólares, instalándose una desigualdad extrema con los que dependen de un ingreso en bolívares, clase media, empleados y jubilados públicos, y algunos profesionales como los universitarios y educadores.
Los datos provienen de las investigaciones de universidades como la UCAB, la CEPAL, Banco Mundial e investigaciones privadas.