Venezuela, Colombia, Turquía y Ucrania: el chicle de las telenovelas se estira en la TV española

 

El fenómeno de las telenovelas es un río que no cesa de fluir, y los datos lo demuestran. Divinity y Nova, canales de la TDT de Mediaset y Atresmedia, nutren parte de su parrilla con títulos de culebrones, y no solo de estrenos: también se hacen eco de «clásicos» que en su momento hicieron que los clínex marcaran récords de ventas. Hace unos años -en pleno boom de «Cristal» en TVE- las tardes de la cadena pública se llenaron de estas ficciones con un éxito sin precedente. Se hicieron pequeñas «joyas» con presupuestos de risa que conquistaban al público de manera masiva. Por esa franja desfilaron «El conde de Montecristo» o «Los tres mosqueteros», entre otros títulos que aún ahora se pueden revisionar en la opción de TVE a la carta.





Por: ABC

Carlos Mata, que interpretaba el papel de Luis Alfredo en «Cristal», decía que «este tipo de telenovelas las veían las mujeres; pero que los hombres hablaban de ellas».

Antes de la reciente llegada del fenómeno turco «Mujer» -la ficción más vista en abierto en España en 2020-, los culebrones «made in» México, Colombia, Brasil y Venezuela dominaban la parrilla. También llegaron telenovelas desde EE.UU., como «Santa Bárbara», «Belleza y Poder» o «Hospital General», sin olvidar «Dallas», «Falcon Crest» o «Dinastía». A lo largo de estos años, los ingredientes no han cambiado: hijos secretos, malos con aromas de azufre y buenos con certificado de santidad, adulterios y grandes cantidades de secretos. También incluso hubo una hornada de telenovelas destinadas al público juvenil, como «Rebelde Way», «Agujetas de color de rosa» o «Floricienta».

Hagamos un poco de historia, el padre «oficial» de ese género que hoy en día siguen atrapando a los telespectadores -a las audiencias de «Mi hija» o de «Mujer» les remitimos- frente a las pantallas de televisión, tablet o móvil fue el cubano Félix Benjamín Caignet Salomón. Él fue en buena medida el «culpable» de llevar a los espectadores a una serie de historias que hablan de sentimientos universales y que ayudaban a los que lo siguen a desconectar de su vida cotidiana.

También está Delia Fiallo -la Corin Tellado de América Latina- nacida en Cuba, pero residente en Miami. Una escritora y guionista de radionovelas y telenovelas. Sus obras televisivas se han producido principalmente en Venezuela pero también ha escrito historias para las televisiones de Argentina, Perú, Puerto Rico, Brasil, Estados Unidos, Colombia y México. Un dato a tener en cuenta es que títulos como «Los ricos también lloran», «Gabriela», «Topacio», «Cristal», «Caballo viejo», «Doña Bárbara», «Amarte así frijolito», «Pasión de gavilanes», «Machos» o «Yo soy Bety la fea», «Estrellita mía» o «Abigail» además de emocionar han servido para que muchos extranjeros aprendan nuestra lengua. Algo parecido está sucediendo ahora, pero a la inversa, con las telenovelas rusas y ucranianas que sirven para familiarizarse con el idioma.

Los turcos y los ucranianos también lloran
En 2018, España descubrió de la mano de Nova el fenómeno de las telenovelas turcas con «Fatmagül». Le siguieron, vía Divinity, melodramas como «Kara Sevda», «Súham», «Ezel», «Medcezir», «Sila», «Elif», «Hercai»… Luego «Madre» y «Mi hija» dieron el salto al «prime time» de Antena 3. La primera en triple emisión (lunes, martes y miércoles) en las que ni el fútbol puede con ella y «Mi hija» en el prime time dominical frente al Deluxe, una de las grandes apuestas de Telecinco. El fenómenlo turco no deja de superarse y el próximo lunes Can Yaman -convertido en una estrella internacional a raíz de su interpretación en «Erkenci Kus» («Pájaro soñador») -se adelanta a San Valentín y regresa a Divinity con el estreno de la comedia romántica « Matrimonio por sorpresa». En esta ocasión Yaman -no luce su poblada melena-encarna a un joven médico que se casa en secreto con su amor de la universidad (se emitirá desde el lunes en tira diaria, a partir de las 18:00 horas).

El último rincón del mundo en traer sus culebrones a España es Ucrania. Divinity estrenó este fin de semana «Encadenada», una ficción ucraniana ambientada en la Rusia imperial del siglo XIX. Esta historia de amor, protagonizada por Katerina Kovalchyk, ha conquistado a los espectadores del este de Europa, convirtiéndose en la serie de televisión más vista en Ucrania en los últimos seis años. Narra la apasionada lucha de una sierva por lograr su libertad y encontrar un lugar en el mundo. Recuerden estos nombres Katerina Kovalchyk («Two Sisters»), en el papel de la joven sierva, Mikhail Gavrilov («Artist») y Aleksey Yarovenko… este trío ha hecho que «Encadenada» se convierta en un fenómeno televisivo en su emisión en la TVPI de Polonia y se ha convertido en la primera serie ucraniana en estar en la lista de espacios más vistos de aquel país.