Cóndores andinos llegaron a Mérida para reproducirse en cautiverio

Cóndores andinos llegaron a Mérida para reproducirse en cautiverio

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Un cóndor andino en la Reserva Antizanilla al suroeste de Quito (Ecuador). El cóndor andino, el ave voladora no marina más grande del mundo y que se encuentra en peligro de extinción, es un ser mágico para la cosmovisión indígena de Suramérica, porque sustenta la frágil relación entre el hombre y los Andes. Foto: EFE/José Jácome, QUITO (ECUADOR), 07/08/2019.

 

Dos ejemplares del ave cóndor andino llegaron a Mérida para ser integrados a un programa de reproducción en cautiverio en el Parque Zoológico Chorros de Milla.

El gobernador de la entidad, Jehyson Guzmán, realizó una visita al recinto para acompañar y anunciar la llegada de las aves, resaltó este martes la Gobernación de Mérida en un informe compartido con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).





“Esta pareja permitirá efectuar el proceso reproductivo (en cautiverio), para evitar la extinción”, dijo el gobernador merideño chavista, Jehyson Guzmán, y mencionó que los esfuerzos se hacen para preservación del cóndor tiene sus réplicas en diversos países de América del Sur.

Toro Belisario, director estadal del Ministerio para Ecosocialismo, destacó que la incorporación de esta pareja de cóndores se inscribe en la progresiva adecuación del zoológico como centro de reproducción y para estudio de fauna silvestre en peligro de extinción, labor que trasciende el cautiverio y la exhibición.

El cóndor andino es autóctono de Sudamérica y su nombre proviene de la voz quechua “Kuntur”. Es una de las aves voladoras más grandes del planeta, con envergadura de hasta 3,3 metros en sus alas extendidas.

Es una especie monógama (mantiene pareja única) y acostumbra anidar en zonas escarpadas entre los 1.000 y 5.000 metros sobre el nivel del mar. Pone sus huevos con una frecuencia estimada en dos años, con gestación de entre 60 y 70 días.

Con información de AVN