Abraham Sequeda: Los juegos de dominación y las alianzas lejanas

Abraham Sequeda: Los juegos de dominación y las alianzas lejanas

Horror. La tenue cortina se está abriendo. Todas las doctrinas y corrientes religiosas, tienen unas máximas preocupaciones: preservar la vida y terminar las guerras en el mundo, pero entender la razón y razones del ser humano, ciertamente es una tarea titánica. Se podría aproximar la causa a la personalidad criminal.

Lo que se alertaba, está ocurriendo. Las acciones se han develado casi con el mismo guión de eventos pasados. Se anticipa la marca de la mitad del siglo, como momento cumbre de una frágil estabilidad mundial, a propósito de unos indicadores; entre ellos, el agotamiento de los recursos naturales provenientes de los restos fósiles (hidrocarburos).

Genera vergüenza observar sujetos dentro del territorio venezolano, aprobando y justificando acciones de guerra de sus “socios” en lugares al otro lado del planeta, orientadas totalmente a expandir una forma de vida particular, que si bien han aprendido a soportar aquellos pobladores, no pueden inculcarse a la fuerza sobre otros, de naciones distintas. Especialmente sobre sus valores y formas de pensar.





Es repulsivo, que algunos traten a Venezuela como una alcancía para guardar aduladores, recursos naturales estratégicos o mercado de productos chatarra para complacer y unirse a los tiranos acreedores. Curiosamente, como definición de tirano, entre la genética y la sociología, se encuentra que, tirano es una persona que abusa del poder político, sin limitaciones legales y normalmente de forma corrupta y cruel. Es también, aquel que abusa de su fuerza o poder en relación con los demás.

Al margen de lo anterior, un sondeo de opinión en la población mundial, debe revelar los miedos, expectativas y necesidades de las personas, exceptuando como siempre (dependiendo de lo “lejano” que aparentemente se encuentre del lugar donde se esté desarrollando un conflicto con violencia) los que poca importancia dan a tales conflictos. Nosotros en Venezuela debemos ser mejores y aliarnos a los libres, en términos de sentar las bases para nuestro bienestar como sociedad.