Las tropas de élite del segundo ejército más poderoso del mundo han sufrido numerosas bajas durante la invasión de Ucrania.
Por: Defence Blog
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
En las casi dos semanas desde que comenzó la invasión de Ucrania, las fuerzas especiales rusas, equipadas con equipos de última generación, se han visto rápidamente aisladas y destruidas.
Los escuadrones de élite rusos encontraron por primera vez una resistencia a gran escala del ejército regular y no estaban preparados para esto. El nivel del ejército ucraniano en muchos sentidos no es inferior al entrenamiento de las fuerzas especiales rusas, que solo tenían experiencia en combates en Chechenia, Siria y otros conflictos locales.
El ejército ruso enfrentó brechas en la comunicación, la logística y la incapacidad de organizar la cobertura aérea.
Según el investigador de guerra terrestre en el Royal United Services Institute, Jack Watling, la insensibilidad rusa también hacia sus propios soldados está socavando su poder de combate.
Watling afirma que el trato despiadado de Rusia a sus propios soldados, aunque ocultable a pequeña escala, ahora ha tenido repercusiones operativas.
Además, señaló que al no haberle dicho a sus tropas que estaban a punto de ir a la guerra, su ejército se ha quedado sin preparación, logística y psicológicamente. La moral es baja, lo que limita el poder de combate de las fuerzas rusas.
Con muy poco tiempo para planificar, la logística y las comunicaciones rusas están desordenadas, lo que ralentiza su ritmo de avance. Esto le da a los ucranianos un tiempo crucial para preparar sus defensas y organizar una resistencia prolongada.
El estado mayor general de las fuerzas armadas ucranianas informó que más de 11.000 soldados rusos han muerto desde que Moscú lanzó una invasión a Ucrania el 24 de febrero.