“Para el régimen chavista, los jubilados somos desechos“: pensionados revelaron la cruel realidad que viven en Apure

“Para el régimen chavista, los jubilados somos desechos“: pensionados revelaron la cruel realidad que viven en Apure

 

 





 

Para Carmen Adelaida Reyes de 62 años, jubilada por Fundacian, institución encargada de garantizar la atención integral a los adultos mayores en Apure, ser jubilado en Venezuela genera frustración, porque a pesar de que los pensionados dieron lo mejor de sí para disfrutar de una vejez digna y vivir en paz, en la actualidad, son considerados por el régimen chavista como desechos.

Por María Eugenia Díaz / Corresponsalía lapatilla.com

“No gozamos de ciertos beneficios que tenemos derecho a percibir como venezolanos, porque es un derecho constitucional, debemos gozar de un bono de alimentación y pago de un bono vacacional. Tampoco tenemos un sueldo acorde a nuestra preparación académica. Hoy en día, ni siquiera podemos enfermarnos, porque enfermarnos es un lujo”, dijo.

 

Para Carmen Adelaida Reyes de 62 años, ser jubilado en Venezuela genera frustración. Foto María Eugenia Díaz

 

Los adultos mayores en Apure se pronunciaron en torno al tema salarial durante la manifestación de calle realizada este miércoles 9 de marzo, desde el bulevar de San Fernando de Apure hasta las oficinas administrativas del Instituto Venezolano del Seguro Social (IVSS).

Los gremios y los partidos políticos se dieron cita en esta actividad que sirvió para entregar un petitorio a las autoridades del Seguro Social para exigir al régimen de Maduro la dignificación de los pensionados y la reactivación del registro de nuevos pensionados, cuyo proceso se encuentra paralizado, porque las autoridades mantienen deudas.

 

Los representantes de todos los gremios caminaron desde el bulevar de San Fernando hasta la sede del IVSS para exigir mejoras salariales Foto María Eugenia Díaz

 

A juicio de Reyes, con este gobierno “el país ha retrocedido”. Lamenta que cuando cobra su sueldo no le alcance para comprar nada. “Siento que no valió la pena tantos años de servicio que ofrecí con bastante amor a todos los individuos que estuvieron a mi alrededor”, declaró al equipo de La Patilla.

En tal sentido, Reyes, quien se desempeñó el cargo de supervisora general durante 33 años, asegura que fue sacada de Fundacian por razones políticas. Denuncia que su actual salario no llega a los 30 bolívares. Considera que debe mantenerse en pie de lucha para exigir a las autoridades el ajuste salarial y los beneficios laborales contemplados en las leyes nacionales.

“Me jubilé devengando un sueldo pírrico en el año 2019. Fue una jubilación prácticamente forzada, porque fui víctima de acoso laboral por tener diferencias en mi posición política. Era opositora al gobierno y la directora de este momento era chavista. El jefe de personal y la consultora jurídica irrespetaron mi estatus en esta institución. Simpatizar con una tendencia política no es ningún delito”, dijo Reyes.

Jubilados consumen proteínas dos veces al mes

Por su parte, Omaira Rojas Martínez, habitante del barrio Francisco de Miranda y jubilada como obrera por la gobernación del estado Apure luego de laborar durante 18 años, se queja de los bajos salarios otorgados a los adultos mayores por parte del régimen.

 

Omaira Rojas Martínez, jubilada como obrera por la gobernación de Apure, se queja de los bajos salarios otorgados a los adultos mayores Foto María Eugenia Díaz

 

“No se puede hacer nada con 7 bolívares, porque si como el kilo de harina, no compro más nada. Para sobrevivir me rebusco por ahí trabajando en dos casas de familia, donde me pagan 5 dólares por un día de trabajo. No lo toman en cuenta para nada. Los reales de mi jubilación se lo comió la inflación, los metí en el banco y cuando fui a sacarlos no había nada”, enfatizó.

En vista de su situación precaria, confiesa que a veces come espagueti, frijol, arroz, arepa, plátano, topocho, lo que deja al descubierto que ha dejado de consumir proteínas. “Solo dos veces al mes puedo consumir carne, pollo o pescado. Solo Dios me ayuda, porque tengo hijos, pero cada quien hizo su vida”, cuenta para La Patilla.

Siente impotencia cuando llega el día de cobrar su sueldo, pues con lágrimas en los ojos, revela que cuando eso ocurre le dan muchas ganas de llorar al ver que el sueldo no alcanza para nada. “Es una burla, una humillación”, enfatizó.

 

 

Esta es la primera manifestación del año 2022 donde se observa una alta participación de jubilados que aspiran una vida digna, a pesar que el régimen de Nicolás Maduro solo aprueba aumentos salariales sin escuchar las súplicas de los adultos mayores, una población vulnerable que merece un mejor trato y mayor atención.