Encontraron un objeto brillante, lo usaron para decorar una mesa y seis años después supieron qué era

Encontraron un objeto brillante, lo usaron para decorar una mesa y seis años después supieron qué era

Foto: Edsom Oliveira

 

El vertedero de agua de la zona ya estaba seco. La situación era particularmente beneficiosa para dos personas, quienes buscaban oro y piedras preciosas por el terreno. No localizaron aquello que anhelaban, pero en cambio levantaron otra cosa del suelo: algo misterioso en ese entonces.

Por: Clarín





Dos hermanos hallaron en Brasil un objeto metálico pesado, lo usaron para decorar una mesa y al cabo de seis años decidieron investigar qué era: quedaron perplejos.

Edsom Oliveira y João Jarba Oliveira da Silva viven en el estado de Paraíba, Región Nordeste del país sudamericano. Los dos se dedican a la joyería desde hace años.

Edsom tiene una finca agrícola cerca de la ciudad de Nova Olinda y además es dueño de un negocio allí que lleva 32 años abierto, informó el diario Folha de São Paulo.

Qué pasó el día del hallazgo

Un día, en 2014, ambos aprovecharon la sequía de un lago de su región para tratar de encontrar pepitas de oro con un detector de metal. En un momento, el instrumento lanzó una alerta. “Al pasar por un lugar de tierra, en el fondo fangoso del vertedero seco, el aparato sonó muy fuerte. Muy diferente a cuando encontramos una pepita. De inmediato, tomamos el pico y comenzamos a cavar”, declaró Edsom al portal Globo 1.

Pronto, se toparon con lo que parecía ser una piedra. Luego, relataron ellos, pusieron el detector encima: no paraba de emitir sonido, lo hacía de manera intensa. “Así que optamos por agarrar la ‘piedra’ y lavarla para identificarla. Era totalmente brillante”, manifestó al mismo medio.

Una vez de vuelta en la finca, los ciudadanos brasileños se desilusionaron: todo lo que brilla no es oro. “Le dije a João: ‘Es muy bonita, aunque no es oro. Pongámosla sobre la mesa y usémosla como adorno”, recordó Edsom. El tiempo pasaba y sus familiares -también amigos- siempre se sorprendían al manipular la “piedra”: la sentían muy pesada, como si fuera de plomo.

Qué era el objeto

Transcurridos seis años, Edsom leyó una noticia que le encendió la lamparita: en agosto de 2020, se había producido una lluvia de meteoritos en Santa Filomena, a unos 430 kilómetros de Nuova Olinda. Tras ver imágenes de estos fragmentos de cuerpos celestes, detectó una similitud con el adorno de su mesa. ¿Y si el objeto tenía el mismo origen?

El hombre llamó a su hermano y comenzó a navegar en la web: trataba de contactar a un experto en la materia. Enseguida, localizó al investigador y coleccionista de meteoritos André Moutinho. Este especialista le pidió que concretara una rápida comprobación de la “piedra”, comentó a Folha de São Paulo.

A continuación, el joyero realizó un pequeño corte con una sierra para observar su interior. Además, probó acercar un imán: los meteoritos resultan atraídos a estos minerales de hierro. Moutinho, después de escuchar los resultados de la prueba, dio su veredicto: le dijo que reunía todas las condiciones para ser un meteorito.

Un equipo de científicos de la Universidad de São Paulo, Universidad de Campinas, Universidad Federal de Ouro Preto y la Universidad de Alberta -en Canadá- analizó y estudió el fragmento. El pasado 19 de marzo, el meteorito fue clasificado de manera oficial por la Sociedad Meteorítica -Meteoritical Society-, una organización internacional sin fines de lucro.

De acuerdo a la página de la Sociedad Meteorítica, el meteorito en cuestión ahora se llama “Nova Olinda”, está clasificado como una octaedrita IIAB y pesa 26.93 kilogramos. Se compone mayormente de hierro y níquel. Y los especialistas creen que tiene al menos 4500 millones de años.

La venta del meteorito

En la actualidad, no hay una ley a nivel local que regule la comercialización de meteoritos. Existe un proyecto de ley qué definiría a quién le corresponde la propiedad de todos estos fragmentos: si al Estado o a la persona que lo halló. Todavía no se votó en la cámara de diputados.

“Nova Olinda” se encuentra en venta. Consultados acerca de una posible compra, los hermanos dijeron que desean que sea adquirido por el Gobierno de Paraíba y permanezca en el territorio.

Folha de São Paulo explicó que el gobierno local analiza una propuesta de la Asociación de Astronomía de Paraíba: esta entidad les sugirió que compren el fragmento por 50.000 reales, aprox. 10.500 dólares.

“Queremos que se quede en Paraíba por dos razones: primero, porque el meteorito se encontró aquí. Y segundo porque esto estimulará el desarrollo de la ciencia. Es importante que los estudiantes tengan acceso a hallazgos como este aquí en el estado, sin tener que viajar a otros países para investigar”, sostuvo Edsom, citado por Globo 1.