¿Cuernos de ciervo? Salen a la luz los secretos y las extrañas obsesiones de Putin para mantenerse “saludable”

¿Cuernos de ciervo? Salen a la luz los secretos y las extrañas obsesiones de Putin para mantenerse “saludable”

 

 

 

El estado de salud de Vladimir Putin es “excelente”, según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, quien de esta forma quiso acallar los rumores sobre un supuesto cáncer que mantendría contra las cuerdas al dirigente ruso, inmerso en una dramática guerra contra Ucrania que ha costado ya miles de vidas.

Por La Razón

Putin es un amante de los deportes, hace senderismo, monta a caballo, practica la caza, le gusta la naturaleza y cultiva con esmero su imagen de “macho alfa” sano y activo, dispuesto a llegar hasta 2036 como presidente de la Federación Rusa, según los poderes que le otorga la ley que él mismo firmó en 2020 para poder seguir dirigiendo las riendas del país otras quince años más.

Putin se ha rodeado en todos estos años de un equipo de médicos que le asesoran en el cuidado personal, pero también sigue los consejos de su amigo y ministro de Defensa, Sergei Shoigu, quien le recomendó darse baños con extractos de asta de ciervo, según publica el medio ruso Proekt, especializado en asuntos de investigación. Es el elixir que Putin -muy atento a los avances de la medicina alternativa- utiliza para mantener su estado de forma. También vigila en exceso su alimentación y en varios momentos llegó a alimentarse a base de comida enlatada. Así lo pone de manifiesto la investigación de Proekt, en el que se desvelan algunos de los secretos del inquilino del Kremlin, cuya salud ha sido cuestionada en los últimos días.

Según el profedsor Valery Solovey, exjefe del Departamento de Relaciones Públicas del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, Putin tiene cáncer y también síntomas de la enfermedad de Parkinson. Chris Parry, almirante retirado de la Royal Navy británica, abundo en la misma idea al afirmar que el jefe del Estado ruso podría estar luchando contra un cáncer.

La publicación de Proekt no ofrece datos reveladores al respecto, pero sí arroja sustanciosos detalles sobre la salud del presidente. Uno de esos detalles son las varias caídas que ha sufrido mientras montaba a caballo. En un incidente en 2012 los daños causados fueron visibles y le dejaron una cojera temporal que el Kremlin trató de ocultar impidiendo en los medios nacionales la difusión de imágenes en las que se apreciaba su caminar aparatoso. La lesión fue de tal calibre, asegura este informe, que a finales de 2012, Putin no pudo recibir en el Kremlin al primer ministro de Japón. “El jefe no está bien”, usa un corsé y necesita una cirugía de espalda, comentaron en su día funcionarios cercanos.

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