La nueva piratería que navega en el Mar Caribe venezolano

La nueva piratería que navega en el Mar Caribe venezolano

Mauro Rodríguez, un marinero profesional con más de 20 años de faena en la navegación, estaba a cargo de un yate de lujo que iba camino a la Isla de Margarita, en el mar Caribe venezolano, para disfrutar del sol y la playa. Los invitados a bordo conversaban y se deleitaban de la brisa cuando un grupo de hombres armados en dos lanchas rápidas rodearon el yate e interrumpieron la velada, que se convertiría en una tarde de terror.

Por alianza.shorthandstories.com





“Golpearon al capitán, a los marinos y a los invitados del dueño del yate. Nos robaron a todos y se llevaron el sistema de comunicaciones y el dingui (bote auxiliar pequeño). Se llevaron la comida, el agua, los teléfonos. Nos tomaron por sorpresa, pues, en teoría, esa no era una ruta peligrosa. Fue una situación horrible. Uno siente pánico, porque no sabes qué van a hacer estos tipos”, explica Rodríguez, una de las decenas de víctimas de asaltos en las aguas venezolanas, un delito que crece a sus anchas en el país.

Una investigación del equipo de la Alianza Rebelde Investiga (ARI) en Venezuela, integrada por los medios El PitazoTalCual Runrunes, junto a CONNECTAS revela que fueron reportados 59 incidentes de piratería en espacios acuáticos durante 2021, según información extraoficial que se obtuvo de siete Capitanías de Puerto. Esta cifra, que muestra una data parcial de menos de la mitad de las capitanías venezolanas, indica que el año pasado superó los ataques registrados en 2017, que era considerado por expertos de seguridad, “el año pico en sucesos de piratería”.

La información también supera las denuncias que habían recolectado distintas ONG del sector en los últimos años. El número de acusaciones es apenas un indicador que permite referenciar las tendencias sobre los ilícitos en aguas venezolanas, que multiplican varias veces los reportes oficiales, ya que la mayoría de los casos ni siquiera se exponen ante las autoridades, coincidieron los expertos consultados para este reportaje.

Aunque la cantidad de detenidos por estos crímenes es prácticamente nula, este reportaje pudo deconstruir que los actos de piratería fueron ejecutados por organizaciones involucradas en el narcotráfico, el tráfico de personas y el contrabando. El control de estas bandas se extiende también a lagos y ríos del país, confirmando la presencia de al menos dos megabandas, un cartel de drogas, dos grupos de crimen organizado que se escudan en una falsa figura de sindicatos y seis bandas criminales que operan en el mar Caribe, el Lago de Maracaibo y ríos como el Orinoco, el Caroní, el Arauca y el Meta. Estas definiciones criminalísticas vienen dadas por la peligrosidad, ámbito de acción y cantidad de integrantes de cada uno de estos grupos delictivos.

Las fuentes consultadas aseguran que cada uno de ellos pretende, con sus acciones de piratería, infundir temor entre los navegantes para que las aguas queden libres y sean un canal propicio para sus negocios ilícitos.

Un delito que no se denuncia

El mayor obstáculo para medir la piratería en aguas venezolanas es que los sucesos no se reportan oficialmente.

“Durante 2020 y parte del 2021 no había permiso de zarpe por el tema pandemia, pero una vez que se dio luz verde a las operaciones acuáticas comenzaron a reportarse ataques, especialmente a pescadores y embarcaciones de turismo. Es un tema que se maneja en bajo perfil, porque no hay política eficaz para enfrentarlo en estos momentos”, indica una fuente de la Capitanía de Puerto de La Guaira, que solicitó la reserva de su identidad, entrevistada en febrero de 2022.

De las últimas dos décadas, los años 2004 y 2017 son los periodos en los que se reportaron más ataques contra embarcaciones de turismo, deportivas o de pescadores, con 16 y 58, respectivamente. “Esto tiene como base las denuncias interpuestas ante las autoridades nacionales, especialmente en las Capitanías de Puerto en estados costeros”, señalan diversos informes presentados por la Organización Nacional de Salvamento y Seguridad Marítima de los Espacios Acuáticos en Venezuela (Onsa Venezuela).

De acuerdo con las estadísticas recabadas por Onsa, se confirmaron 76 casos de piratería en aguas venezolanas entre 2002 y 2009, es decir, un promedio de 11 denuncias cada año. La cifra se duplicó entre 2010 y 2017, cuando se contabilizaron 162 incidentes reportados, lo que calcula unos 23 anualmente. A partir de 2018, la organización no emitió cifras, básicamente por la falta de denuncias formales.  Al comparar el promedio anual de 23 incidentes de piratería reportados en 2017 con la cifra parcial  de 59 sucesos de 2021, se valida un patrón de aumento de inseguridad en el altamar caribeño.

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