Zelenski, el héroe inesperado que llenará libros de historia

Volodímir Zelenski. Henar de Pedro

 

 

 





 

Fondo azul oscuro con la bandera ucraniana a un lado. Él, con un atuendo verde, a veces chaqueta, otras veces no. Mirada fija, tono firme, y un aura de líder político que se ha encontrado con una realidad, cruda como la que más, que no esperaba. Volodimir Zelenski se ha hecho involuntariamente con un espacio en los libros de Historia, y se ha convertido para muchos en un héroe inesperado que ha decidido quedarse en el país cuando otros muchos hubieran huido.

EMILIO ORDÍZ // 20 MINUTOS

Como huyó Viktor Yanukovich en 2014 en plenas revueltas del Maidán. Los ucranianos, hayan votado o no a Zelenski, le ven como un presidente que se queda al lado de los suyos. Y eso es mucho en plena invasión rusa. Bajo ese halo intervendrá este martes en el Congreso de los Diputados.

Hace hoy ocho años Ucrania atravesó una crisis social casi sin precedentes cuando, a raíz de que el entonces presidente Viktor Yanukovich no firmase el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, arrancaron las revueltas del Euromaidán. En esas marchas, con el germen en Kiev pero que se extendieron por todo el país, los manifestantes mezclaron reclamos en apoyo al acercamiento -y posterior entrada- a la UE con una crítica feroz a la corrupción que llevaba años instalada.

Yanukovich, prorruso y aliado de Vladimir Putin, huyó, y en las elecciones de 2019 apareció casi de la nada una cara conocida pero alejada de la política. La de un cómico con fans pero político desconocido: era Volodimir Zelenski.

La crisis tan profunda derivada del Maidán incluyó la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia y el inicio en hostilidades en el Donbás, ocupado también parcialmente por los rusos.

En 2019, los ucranianos entregaron las riendas del país a un Zelenski sin experiencia pero que supo canalizar el descontento de la población. Ganó con un 73% de los votos a Petro Poroshenko, más cercano a la esfera de Moscú. El programa de Zelenski se basó fundamentalmente en dos ejes: la lucha contra la corrupción y la resolución del conflicto con Moscú a partir de los acuerdos de Minsk, firmados en 2015 en el formato del Cuarteto de Normandía (Ucrania, Rusia, Francia y Alemania). A la vista está que el presidente ucraniano no ha cumplido una de sus promesas.

Ucrania, cuando Volodimir Zelenski accedió al poder, era el último país de Europa en guerra. Sigue en ella, y esta se recrudece con el paso de los días. Pero Zelenski aguanta, pasando ya de un presidente inestable y criticado a convertirse en un héroe. Esto ya no es esa película en la que, precisamente, el desconocido pasaba a ocupar el asiento de mando.

La realidad, al fin y al cabo, ha pasado por encima de un Zelenski que en cambio no se ha dejado tumbar. Nunca, en ningún momento desde el inicio de la invasión rusa, ha abandonado el país. No ha querido dejar a los suyos solos pese a los intentos de Estados Unidos por evacuarle y habiendo sufrido varios intentos de asesinato.

Es muy probable, según los expertos, que una de las primeras intenciones de Vladimir Putin fuera precisamente deponer a Zelenski, pero no lo ha conseguido y parece haber renunciado a ese objetivo. Eso refuerza la figura de un presidente que, además, se ha convertido en un comunicador nato para concienciar a Occidente sobre lo que está pasando en Ucrania. De hecho, tiene estudiado cada matiz, cada movimiento pasado de cada país, cada momento histórico que han atravesado las naciones.

Es un animal comunicativo y va ganando la guerra narrativa. En su paso por cada parlamento ha aludido a eventos que supusieron cambios de época para quienes se dicen sus aliados. En la Eurocámara se refirió a la construcción de la UE como vehículo de paz. En Alemania habló de la caída del Muro de Berlín, en Estados Unidos sobre el 11-S y sus estragos, en Polonia sobre la Segunda Guerra Mundial, en Italia sobre la importancia de ciudades como Venecia. En el Reino Unido sobre su lucha contra el nazismo. “No queremos perder lo que tenemos, lo que es nuestro, nuestro país Ucrania, igual que vosotros no quisisteis perder vuestro país cuando los nazis empezaron a luchar contra él y tuvisteis que pelear por Reino Unido”, dijo entonces, evidenciando que no deja nada al azar.

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