Explotación laboral: Rescataron a trabajadores en cosecha de papa en Argentina

Explotación laboral: Rescataron a trabajadores en cosecha de papa en Argentina

 

Según se informó oficialmente este lunes, la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social de la AFIP desactivó un caso de explotación laboral en Balcarce, donde ocho trabajadores dedicados a la cosecha de papa debían realizar tareas durante 12 horas, pagar los traslados y sus alimentos.





Por: Crónica

Además, se detalló que tampoco contaban con electricidad ni agua caliente y dormían en una casilla sin puertas ni ventanas. Por su parte, la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social de la AFIP presentará una denuncia penal por explotación laboral. En tanto que los trabajadores ya están en sus hogares.

Cabe mencionar que el caso se originó a partir de un llamado a la línea anónima y gratuita 0800 999 3368, opción 3, donde se reciben denuncias por trata de personas, explotación infantil y servidumbre.

En tanto, en el procedimiento participó personal del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre) y del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires perteneciente a la delegación Balcarce.

Por su parte, los trabajadores, son seis oriundos de Santiago del Estero y dos de Córdoba, pagaron sus propios pasajes en micro y remise para llegar al campo donde cumplían las tareas en condiciones de hacinamiento. Una vez en Balcarce, el propietario del establecimiento no les reintegró los gastos de movilidad que les habían prometido.

Mientras que al momento de las tareas de fiscalización, los trabajadores llevaban 15 días desde su llegada al predio. Allí cumplían jornadas laborales de 12 horas de lunes a sábado.

Se hizo mención también a que el empresario, socio de la firma que explotaba el campo, no les abonaba el jornal en caso de lluvia pero sí se les descontaba el valor de los alimentos consumidos ese día.

En tanto, además de trabajar, los cosecheros vivían en el lugar. Tanto los lugares de descanso como para comer eran construcciones precarias de chapa sin puertas ni ventanas. Dormían en una casa rodante abandonada que no tenía piso y había sido reemplazado por trozos de madera y chapa.