Como nómadas del desierto viven 30 familias en la entrada de Punto Fijo

Como nómadas del desierto viven 30 familias en la entrada de Punto Fijo

La comunidad está en la entrada de la Zona Libre de Paraguaná

 

Justo en la entrada de Punto Fijo, principal ciudad de la Península de Paraguaná, se formó y creció una comunidad a la que luego de pelear por varios años, la alcaldía de Carirubana les otorgó 70 terrenos, pero sin ningún tipo de servicios públicos.

Por: Corresponsalía La Patilla





Brisas del Cardón II está ubicada justo al lado del complejo habitacional Ciudad Federación que fue construida por el régimen chavista a través de la Misión Vivienda. Sin embargo, los vecinos no fueron tomados en cuenta para mejorar la calidad de vida de 70 familias que comenzaron a construir sus viviendas en el año 2009.

Los cables pasan por encima de las casas para llegar a otras

 

Al pisar esa comunidad, pareciese que uno se remonta a un pueblo del siglo pasado, cuando apenas crecía Punto Fijo. No hay asfaltado, tampoco postes de alumbrado público ni servicios de aguas blancas y servidas, mucho menos existen aceras, canchas o escuelas.

Las casas fueron construidas por sus dueños haciendo referencia a las calles vecinas de la urbanización aledaña, soñando con un futuro igual a la de ellos. Estas familias estuvieron al menos ocho años sin agua y sin luz, hasta que cada uno tomó la decisión de conectarse al urbanismo que tienen al lado. Los postes fueron improvisados y enterrados; no hay guayas ni alumbrado público, sino cables para al menos tener electricidad con voltaje de 110. Además, hicieron pozos sépticos para poder tener acceso a baños.

Ramón Alba es uno de los fundadores del lugar. Su casa es una de las primeras cuadras y que tiene servicio eléctrico. “Para tener luz, veíamos postes tirados en el piso, esos que se caen o que los tumban en accidentes, nos los traíamos y los poníamos, así fuimos teniendo luz poco a poco. Aquí no se puede conectar todo. Vendí muchos enseres porque no los puedo prender, como el microondas, la plancha. Nada de eso se puede usar”.

En la comunidad no hay asfaltado, señalización, escuelas ni canchas

 

Relató que para tener agua potable, conectaron mangueras a las tomas de las vecinas urbanizaciones. Esto ha provocado molestias, porque le quitan el suministro a las casas, ya que en Punto Fijo el servicio por tuberías puede tardar hasta un mes. También les han robado las conexiones y por eso optan por enterrarlas y pernoctan para cuidar las bombas de agua que las instalan a unos 50 metros de sus casas para poder llenar sus tanques.

Son una comunidad organizada, todo lo que hacen lo acuerdan en previas reuniones. Tienen un proyecto para el urbanismo de la localidad desde el año 2010 y aunque pidieron más de 30 audiencias con el alcalde chavista del gobierno saliente, Alcides Goitia, nunca fueron atendidos.

Una madre con cuatro niños

En la comunidad habita Carmen Terrero, una mujer que tiene cuatro hijos y que vivió ocho años sin servicio eléctrico. Aunque ya cuenta con el servicio, no puede conectar todo, porque la conexión no es adecuada.

Los pocos postes que hay fueron enterrados por los mismos habitantes

 

“Pagué para que me pusieran esos cables y traerme la luz 110 de la otra urbanización. Con eso enciendo la nevera, unos bombillos y si quiero prender el aire acondicionado, tengo que apagar todo. Mi luz es inestable, porque eso no es guaya, son unos cables sencillos. Lo hice porque pasé mucho trabajo, por ocho años no tuve luz, se me dañaba la comida, vivíamos a oscuras, con velas. No vivimos como merecemos, pero hemos mejorado por nosotros mismos”, dijo.

El Terrero cuenta con 70 parcelas, pero con la crisis económica que atraviesa el país, todos pararon la construcción y otros decidieron irse a casas de familiares, porque no pueden pagar un camión cisterna para tener agua y la mayoría de las casas no tienen servicio eléctrico.

En la comunidad tampoco hay canchas. Sin embargo, los niños juegan en un espacio que han limpiado como si se tratara de un estadio, el mismo en el que la gente camina todas las tardes.

Lo insólito del caso es que el régimen de Nicolás Maduro construyó tres casas a través del programa que beneficiaba a las familias que tenían terreno y afortunadamente salieron beneficiadas tres familias de la localidad, pero no les pusieron ningún servicio. Los habitantes de este sector piden a las autoridades que se atienda sus necesidades, al menos para tener los servicios básicos.