Su hija moría por misterioso brote de hepatitis y le salvó la vida

Su hija moría por misterioso brote de hepatitis y le salvó la vida

Cortesía

 

Un papá intervino para salvar la vida de su pequeña niña, que yacía muriendo a causa de un misterioso brote de hepatitis.

Por: The Sun





Traducción libre del inglés por lapatilla.com

Alan Raine pasó por el quirófano para darle parte de su hígado a Lola-Rose, de tres años, ya que los médicos le dieron horas de vida.

La niña es una de las docenas de afectados por la desconcertante propagación mundial de una enfermedad grave.

La hepatitis, una inflamación del hígado, es rara en niños sanos, pero en las últimas semanas casi 200 niños en todo el mundo se han enfermado.

Un niño ha muerto y 17 han tenido que someterse a trasplantes de hígado para salvar sus vidas.

La pequeña Lola-Rose se había enfermado y sus padres primero pensaron que tenía un virus estomacal.

Pero se dieron cuenta de que algo más serio la había golpeado cuando los ojos de la joven desarrollaron un tinte amarillo.

La llevaron de urgencia al hospital donde los escáneres mostraron que su hígado estaba luchando y la trasladaron a una unidad especializada.

Días después, su hígado comenzó a fallar y entró en coma, y ??los médicos le dijeron a sus padres desesperados que moriría sin un trasplante.

El cerebro de Lola-Rose se había hinchado debido a que su hígado no podía filtrar las toxinas mientras estaba en cuidados intensivos.

Alan, de 27 años, le dijo a MailOnline: “Literalmente estábamos viendo morir a nuestra pequeña niña frente a nuestros ojos. No tengo idea de cómo explicarlo de otra manera. Fue como si alguien hubiera tocado tu pecho y te hubiera arrancado el corazón. Estaba pensando ‘no hay nada que puedas hacer'”.

Descubrió que su hígado era compatible, antes de someterse a una cirugía de siete horas.

El padre dijo: “Podrían haberme dicho que no iba a sobrevivir a la cirugía y ella sí, y yo habría seguido adelante. Todo lo que estaba pensando es que va a mejorar y podemos ayudar”.

Inmediatamente comenzó a mejorar, perdió el tinte amarillo de su piel y los análisis de sangre mostraron resultados normales dentro de las 48 horas.

Ahora, cuatro semanas después de la cirugía, Lola-Rose ha vuelto a ser ella misma y se ha recuperado.

Tendrá que tomar medicamentos por el resto de su vida para detener el rechazo del hígado donado.

El hígado de Alan se regenerará y volverá a crecer a su tamaño completo a pesar de perder una parte.