Calculan que hay cerca de dos mil asesinos seriales sueltos en EEUU

Calculan que hay cerca de dos mil asesinos seriales sueltos en EEUU

Rodney James Alcala, apodado “Dating Game Killer”. Lo condenaron por 7 asesinatos de mujeres pero se cree que mató a muchas más. Murió en la cárcel en 2w021 por causas naturales (AP).

 

 

 





Paul Holes, el criminalista que dedicó gran parte de su carrera a buscar a Joseph James DeAngelo, el “asesino del Golden State”, a quien logró atrapar, asegura que en EE.UU. hay alrededor de 2.000 asesinos en serie sueltos, acechando en las sombras y a la caza de nuevas víctimas, así lo reseñó CLARÍN.

“He visto estadísticas de que unos 2.000 asesinos en serie están operando en los Estados Unidos hoy en día”, escribió el aclamado detective en su libro “Unmasked: My Life Solving America’s Cold Cases”, publicado este 26 de abril.

Holes le dijo al New York Post que, si bien es una estimación aproximada, se trata de “una cifra absolutamente realista”, informa RT.

Qué tipo de víctimas buscan los asesinos seriales
Según ha podido observar el criminalista en sus varias décadas de experiencia, los asesinos en serie suelen perseguir a los marginados, en particular a las prostitutas, los drogadictos y las personas sin hogar, ya que estas tienden a perder el contacto con familiares y amigos y, por lo tanto, llaman menos la atención si desaparecen por largos períodos de tiempo, dice RT.

“A menudo, estos depredadores se aprovechan de las personas cuyas vidas se han ido a pique, así que cuando desaparecen, nadie les presta atención”, señaló Holes.

Y añadió: “los asesinos se esconden detrás de la crisis de los opioides”, pues el uso generalizado de heroína, oxicodona y fentanilo les proporciona una “cortina de humo” que les permite estrangular o sofocar a las víctimas con menos violencia de la que se necesitaría para matar a los que están plenamente conscientes, al tiempo que confunde a los investigadores, quienes pueden asumir erróneamente que las drogas son las culpables de la muerte”.

Holes puso el ejemplo de Samuel Little, quien confesó haber asesinado a 93 mujeres entre 1970 y 2012, lo que lo convirtió en el asesino en serie más prolífico de la historia de EE.UU. Varias de sus víctimas eran prostitutas y consumidoras frecuentes de drogas.

Lee la nota completa en CLARÍN