La dieta que comerían los sobrevivientes de una catástrofe nuclear

El gusano mopane sería uno de los alimentos. Ya se consume en varios países

 

Ver una de las principales potencias del mundo, como lo es Rusia, invadiendo Ucrania ha hecho que nos volvamos a hacer una pregunta: ¿Qué pasaría si algún día se produjera una guerra nuclear?.

Por: Clarín





La catástrofe sería inmensa y los efectos devastadores, desde víctimas incontables hasta tremendas hambrunas, ya que si una guerra así sucediera, los alimentos escasearían en todo el mundo durante casi dos décadas.

Así lo han explicado los expertos en la gestión de ecosistemas y recursos forestales de la Penn State University, Daniel Jefferson Winstead y Michael Gregory Jacobson, realizando un estudio que indaga a fondo sobre la cuestión y propone una serie de medidas para evitar una gran hambruna.

EL SOL DESAPARECERÍA DURANTE 15 AÑOS

Según los investigadores, si sucediera una guerra nuclear no volveríamos a ver el Sol durante 15 años ya que la atmósfera de nuestro planeta estaría llena de densas nubes negras por culpa de las explosiones de material nuclear.

En esas circunstancias la incidencia de rayos solares se reduciría en un 60% en las zonas ecuatoriales y hasta el 95% cerca de los polos, con temperaturas bajo cero en la mayoría de las regiones templadas, tal y como aseguran en la revista Ambio.

Por eso mismo, el intenso frío y la falta de rayos de sol arruinarían la mayor parte de los cultivos provocando una escasez de alimentos y tremendas hambrunas.

Buscando una posible solución a un conflicto de tales magnitudes, los investigadores aseguran que los bosques tropicales seguirían ofreciendo una oportunidad para una producción limitada de alimentos. Por lo que sugieren especies de plantas silvestres comestibles que pueden funcionar como comidas provisionales ante una catástrofe.

QUÉ SE PODRÍA COMER

Los investigadores dividen las plantas silvestres en siete categorías: frutas, vegetales de hoja, semillas/nueces, raíces, especias, dulces y proteínas. En total unas 247 plantas comestibles, de las cuales 33 han sido seleccionadas como las más adecuadas para su cultivo en bosques tropicales.

En concreto, la investigación muestra que en esas regiones podrían estar disponibles ciertas cantidades de estos alimentos: konjac, mandioca, hongo ostra silvestre, safou, espinacas silvestres, amaranto vegetal, palmas, gusano mopane, dilo, tamarindo, baobab, enset, acacias, ñame y picudo rojo, un parásito que afecta principalmente a las palmeras y que sería una fuente aceptable de proteínas.