Alias “Otoniel” revela ante la Jurisdicción Especial para la Paz vínculos de paramilitares con militares y políticos

Alias “Otoniel” revela ante la Jurisdicción Especial para la Paz vínculos de paramilitares con militares y políticos

Fotografía cedida por la Policía Nacional de Colombia en la que se registró al capturado jefe del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, durante su extradición a EE.UU., el 4 de mayo de 2022, en Bogotá (Colombia). EFE/Policía Nacional de Colombia

 

El exjefe del Clan del Golfo Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, extraditado a EE.UU. este mes, reveló ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) los supuestos vínculos que tenían militares y políticos con las paramilitares Autodefensas Unidades de Colombia (AUC).

Así lo reveló este lunes Noticias Caracol, que publicó apartes de una declaración de más de 15 horas de “Otoniel” ante la JEP antes de ser extraditado a EE.UU. en la que habló de la supuesta relación de los generales retirados Mario Montoya y Leonardo Barrero, excomandantes del Ejército, y del excandidato presidencial Luis Pérez con paramilitares antes de la firma del acuerdo de paz en 2016.

Al momento de su detención, Otoniel, de 50 años de edad, tenía 128 órdenes de captura en Colombia por delitos como narcotráfico, extorsión, homicidio, desplazamiento forzado, tráfico de armas, conformación de grupos armados, concierto para delinquir y delitos de lesa humanidad, entre otros, así como siete sentencias condenatorias.

Úsuga acumuló ese prontuario criminal a lo largo de toda una vida en la ilegalidad, primero en las filas del Ejército Popular de Liberación (EPL), de las que, tras la firma de una acuerdo de paz en 1991, pasó a las AUC y, tras la desmovilización de estas, en 2006, creó la banda criminal de Los Urabeños, actual Clan del Golfo.

EL CASO DE MONTOYA Y BARRERO

Otoniel aseguró que los paramilitares supuestamente le pagaron al general Montoya, cuando era comandante de la Primera División del Ejército, para influir en 2005 en el traslado de un oficial que fuese aliado a ese grupo al departamento de Casanare (este).

“El Frente Casanare, al que yo pertenecía, le tocó darle un apartamento blindado en Bogotá a Mario Montoya acá en Bogotá”, expresó Otoniel.

Ese general traslado fue Barrero, quien, aseguró el exjefe del Clan del Golfo, llegó a Casanare desde el departamento de Guaviare para forjar una alianza con los paramilitares en una “guerra” que hubo en esa época con la guerrilla.

Esta no es la primera vez que Barrero es vinculado a narcotraficantes, pues también ha sido asociado a Juan Castro Estupiñán, alias “Matamba”, quien fue detenido en mayo de 2021 y se fugó de la cárcel La Picota, de Bogotá, en marzo pasado.

Su detención puso al descubierto una red de corrupción que implica a militares y exmilitares colombianos que supuestamente le suministraban información sobre operaciones contra su organización.

En la lista de supuestos colaboradores también está alias “Padrino”, nombre con el que “Matamba” se refería a Barrero.

El oficial retirado ha negado cualquier tipo de vinculación con alias “Matamba” y ha recalcado a periodistas que durante su trayectoria como militar siempre fue respetuoso de las leyes y se puso a disposición para que la Fiscalía investigue sus actuaciones.

EL CASO DE LUIS PÉREZ

“Otoniel” mencionó que Pérez, quien renunció a su aspiración presidencial el pasado 11 de mayo, era cercano al narco extraditado a EE.UU. Henry de Jesús López, alias “Mi Sangre” o “Salvador”.

“Supe que en ocasión dos veces que se reunieron”, expresó y agregó que “‘Salvador’ iba ubicando gente de Medellín”, entre ellos a Pérez, que fue alcalde de la ciudad entre 2001 y 2004, para tomar el control de la ciudad.

“Cuando ‘Salvador’ estaba en Medellín, ellos eran muy allegados, muy amigos, le colaboraban”, agregó.

Finalmente, “Otoniel”, entre los muchos temas de los que habló a la JEP, dijo que muchos miembros de la fuerza pública en municipios de los departamentos de Córdoba y Antioquia “están en nómina” de grupos criminales desde hace años.

“Las operaciones que se hacían en conjunto a diario con el batallón que llegaba a la zona (…) era una operación contra la guerrilla y (había) mucha información del de la fuerza pública. El agente de inteligencia le pasaba mucha información a la gente de la organización para los trabajos que iban a hacer”, añadió. EFE

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