Se mudó a tres mil kilómetros por un trabajo nuevo y lo despidieron a las dos horas por una discriminante razón

Hamish Griffin, en una foto de su Instagram. hamish.griffin / Instagram

 

 

 





Hamish Griffin tiene 51 años y vive con su esposa Hazel y su hijo Freddie. Hasta finales de 2021 los tres vivían en Queensland, Australia, hasta que el hombre consiguió un prometedor trabajo fijo en un resort llamado Big 4 Strahan Holiday Retreat, en la isla de Tasmania, a 3.000 kilómetros de su antiguo hogar.

Por 20minutos

“Lo mío era un puesto de supervisor general”, explicaba el hombre. Así que él y su mujer se alejaron de “un gran estilo de vida, de trabajos bien remunerados y de una comunidad muy unida”, que les encantaba, para “intentar este reto y un estilo de vida diferente”.

Hicieron las maletas y llegaron a su nuevo hogar, a 3.000 kilómetros del anterior. Allí, en Strahan, al oeste de Tasamania, les recibió el que iba a ser su jefe. “Él y su esposa vinieron y nos dieron la bienvenida con una botella de vino”, dijo Griffin.

Al día siguiente su nuevo jefe le convocó a uno de los alojamientos del resort con la excusa de mover un sofá. Pero no quería mover un mueble: quería despedirle. Tras apenas dos horas en el puesto “él me destrozó literalmente la vida diciéndome que no me consideraba ‘físicamente’ capaz de moverlo, ni otras tareas manuales sencillas que conlleva la gestión de un espacio turístico, como cortar el césped con una máquina o subir una escalera, simplemente por mi aspecto”.

“Me ofendió aún más recriminándome que no había revelado mi ‘condición médica’ con anterioridad. Cuando le pregunté ‘¿Qué condición médica?’ Me contestó que yo era obeso”, le dijeron, siempre según la versión del despedido.

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