León Sarcos: Los desafíos del Dr. Barboza

León Sarcos: Los desafíos del Dr. Barboza

Recibo con beneplácito la designación del Dr. Omar Barboza Gutiérrez como secretario ejecutivo de la Plataforma Unitaria, a los fines de coadyuvar al desarrollo armónico del debate y al fortalecimiento de la unidad, según reza el breve documento que oficializa el nombramiento de tan importante desempeño.

Conozco a Omar Barboza de la vida pública; he visto su desenvolvimiento y a pesar de que no hemos coincidido en algunos temas, especialmente el de la descentralización, guardo un profundo respeto personal y político por su persona. Es uno de los pocos sobrevivientes políticos de su generación que han dado la cara por la democracia de forma integral. Inteligencia, tolerancia, paciencia y ponderación han sido una constante en su actuación.

Una sola entrevista personal he sostenido con él, inmejorable, cuando me tocó organizar para la Fundación Raúl Leoni, presidida por Lewis Pérez, inolvidable alma democrática, un simposio en 2003, titulado La democracia: de Rómulo Betancourt a Hugo Chávez, del cual quedó un libro como testimonio con el mismo nombre del evento. 





 No será nada fácil  su tarea en el tiempo,  para quienes en su mayoría, desde el inicio del chavismo, el debate siempre ha sido, por estar a la defensiva, fenoménico, en la superficie, por las orillas, evadiendo siempre lo neurálgico, lo esencial, el sumun de un nuevo proyecto de nación, que ya no tiene solo en el centro de la discusión componentes básicos de las ideologías: únicamente la búsqueda de la igualdad comunista impuesta, el estado de bienestar social demócrata o la economía socialista de mercado tan bien apuntalada por los social cristianos.

El mundo es otro, la gente es otra, no solo porque cambió aceleradamente en estas últimas dos décadas debido a la revolución tecnológica y a la pandemia, sino también porque gracias a la autocracia viajamos en el túnel del tiempo a situaciones socioeconómicas similares a las del gomecismo y a la siembra de valores descompensatorios de la ciudadanía.

El problema es mucho más complejo, porque han pasado casi veinticuatro años de un estilo de hacer gobierno que desencajó todo el ritmo y el engranaje institucional, desmanteló con saña el aparato económico «burgués» —que hoy pretenden reconstruir a la calladita—, destruyó la educación y la salud, cambió el rol de las Fuerzas Armadas y catapultó la cultura del todo lo merezco sin hacer nada. Ello ha creado una cultura marginal, arrogante, posesionada de antivalores, para lo cual hay que empezar a hacer pedagógicas todas las actuaciones. 

Se torna más difícil aún si las apetencias de poder privilegian equivocadamente al mensajero antes que al mensaje, que es donde está la diferencia. De allí lo delicado del trabajo del secretario ejecutivo de la PU. Si quiere sumar, tendrá que hacer un trabajo de alta cirugía que ayude a ordenar prioridades y a contener impulsos y egos desbocados. 

Es falso que estemos sobrediagnosticados y que haya proyectos elaborados para dar respuesta a toda la realidad política, económica, social y cultural venezolana. Eso siempre se ha dicho para posponer el debate de fondo sobre la economía, el petróleo, la educación, la salud, lo social y lo cultural, y para facilitar el desate del personalismo. No digo que el país se tiene que transformar en una universidad abierta, solo que hay algunos temas donde la dirigencia debe —y está obligada a— ponerse de acuerdo, por lo menos, en un discurso general de base articulada.

Es ese discurso el que va a empoderar y hacer visible, atractivo y muy potable a nuestro candidato frente al cretinismo y el vacío del discurso gubernamental. Y es en todo caso el elemento que va a conectar, a persuadir y a motivar la participación de cada elector para votar y a afiliarse al candidato de su preferencia en las primarias fijadas para 2023.

Me atrevo a sugerir, sin ánimo de consejero y con humildad franciscana, algunas ideas para nutrir el acervo político y organizacional actual, tan anémico por los golpes, la persecución y el permanente hostigamiento autocrático a la militancia democrática, pero también por las flaquezas y la falta de ingenio de gran parte de nuestra dirigencia.

Tengo la esperanza y también la confianza de que el espíritu unitario trascienda las organizaciones políticas que asistieron a la cita de Panamá, y que incluya al resto de las agrupaciones políticas, las ONG y representantes de la sociedad civil aprobados, pero no impuestos, por los partidos políticos.

Creo que resulta imprescindible para favorecer, agilizar y hacer eficientes las tareas del secretario ejecutivo facilitarle la designación de tres coordinadores operativos: occidente, centro y oriente, que le permitan comunicar, convocar y ejecutar con diligencia todas las tareas que se desprenden de la actuación de la Secretaria Ejecutiva de la Plataforma Unitaria.

Deben de ser seres humanos respetables y respetados, con solvencia moral y ética, con experiencia política, capaces de mimetizarse con el único fin de hacer posible la articulación y engranaje que hará realidad el éxito del cumplimiento de los fines de la PU.

La convocatoria para la discusión del proyecto nación y la elaboración de una mínima estrategia programática deben ser hechas por las academias y las universidades del país, en una agenda elaborada de común acuerdo con los miembros de la PU.

Debe crearse en lo inmediato una estrategia comunicacional que además de informar objetivamente a la militancia democrática contrarreste con éxito las mentiras, las medias verdades y las trampas noticiosas del Gobierno. Se debe elaborar, además de buena información digital, novedosos instrumentos informativos protegidos en la transmisión y confiables en la recepción, que eviten confusiones y extravíos en la ciudadanía.

En la convocatoria a las primarias nadie debe ser excluido; mientras más participación, más democracia, pero hay que cuidar que el modelo de primarias implementado evite a toda costa que algún candidato se vea favorecido por la creación de mecanismos de injerencia fraudulenta del Gobierno.

Vamos a recorrer un terreno intrincado, una especie de jungla donde, como en una guerra de guerrilla, vamos a encontrar campos minados y emboscadas, y las sorpresas y los imponderables van a estar a la orden del día. Vamos a navegar siempre en turbulencia. Ellos tienen las armas, los guardias y la experiencia para combatirnos confiados en la fuerza. Ellos tienen el control absoluto de la justicia y la manipulación a su antojo. Tienen una asamblea fraudulenta que se reúne y legisla de espaldas a la mayoría, y no tienen escrúpulos para aprobar leyes fantasmas. Tienen una policía experta en hacer montajes, comprar conciencias, encarcelar, torturar y matar, si eso les va a permitir continuar en el poder para siempre.

Nosotros, ciudadanos, solo tenemos un sueño: ser siempre libres; una verdad: mantener siempre la democracia y hacerla perfectible; una razón: practicar la justicia; un alma cultivada para la bella vida, y un sentir para vivir feliz y morir en paz. Somos seres de deberes y derechos. Sabemos que sin Estado de derecho no puede haber democracia. Por eso hemos cosechado sangre para el mejor de los vinos, el que alienta a nuevas gestas, inspirados en la vida y la resurrección de nuestro señor, y en la memoria de los mejores proceres militares caídos en la guerra de independencia y de los civiles mártires de la democracia. Pero sobre todo y especialmente, conciencia de que la libertad es más importante que la vida misma.

Leon Sarcos, 19 de mayo