La presidente de la Comisión Especial de Justicia y Paz Delsa Solórzano, reiteró que los familiares de los más de 300 presos políticos son sometidos a torturas, tratos crueles e inhumanos por parte del régimen.
Durante un foro “Las Heridas de los presos políticos” organizado por la comisión, padres y hermanos de al menos cinco prisioneros de la dictadura narraron los vejámenes a los que son sometidos por simplemente ser parientes de quienes permanecen en los calabozos de Maduro.
“Es nuestro objetivo visibilizar la violación sistemática de los DDHH que vive el país, porque no puede el mundo ser indiferente ante tanto sufrimiento de las víctimas” dijo Solórzano, reiterando su compromiso de seguir consignando esta y otras denuncias ante la Corte Penal Internacional.
En el foro, realizado en la ciudad de Caracas, participó Andreina Baduel, hija del general Raúl Baduel quien falleció en prisión y hermana de Josnar Adolfo Baduel quien permanece tras las rejas necesitando cuatro operaciones tras ser sometido a tortura.
Igualmente fue expuesto el caso de Franklin Caldera Martínez. Su padre Franklin Caldera junto a su esposa, narró el calvario que vive su familia tras el secuestro de su hijo por parte de funcionarios del DGCIM.
Otro de los casos presentados fue el de John Jairo Gasparini, quien fue detenido en marzo de 2020 y hoy permanece recluido en una cárcel común tras ser torturado.
Solórzano denunció igualmente los casos de otros prisioneros. “Son más de 300 presos políticos civiles y militares, 15 de ellos son mujeres, muchos familiares de asesinados en el marco de las protestas”.
Recordó el caso del capitán Luis De La Sotta, cuya familia tuvo que huir del país producto de la persecución. “De La Sotta está en el DGCIM torturado, a su madre de más de 80 años no la dejan ver, es pura crueldad”.
La defensora de derechos humanos dijo que la comisión no descansa en la labor de hacer público la situación de todas estas familias que siguen siendo víctimas de la dictadura de Maduro.
Nota de prenas