El padre del asesino de la masacre de Texas: “Debería haberme matado a mí. Quiero que la gente sepa que lo siento”

Roger Sollenberger/The Daily Beast

 

El padre del joven de 18 años que mató a 21 personas en una escuela primaria en Uvalde, Texas, quiere que el mundo sepa que lo siente. En una entrevista con ‘ The Daily Beast‘ el jueves, Salvador Ramos dijo: «Solo quiero que la gente sepa que lo siento por lo que hizo mi hijo». «Nunca esperé que mi hijo hiciera algo así», agregó Ramos, de 42 años. «Debería haberme matado, ya sabes, en lugar de hacerle algo así a alguien».

Por thedailybeast.com





Su hijo, también llamado Salvador, le disparó a su abuela en la cara el martes y se fue con su coche, después se estrelló en una zanja fuera del colegio Robb Elementary y acabó abriendo fuego en un aula de cuarto curso.

El adolescente, cuyo ataque se ha cobrado la vida de al menos 19 niños pequeños y dos adultos, murió en el lugar a manos de la policía.

Ramos dijo que estaba en el trabajo el día del tiroteo y que se enteró cuando su propia madre le llamó para contárselo. Presa del pánico, contactó con la cárcel local y les preguntó si su hijo estaba allí. Finalmente, se hundió al saber lo que ocurrió. «Mataron a mi niño», dijo. Agregó: «Nunca volveré a ver a mi hijo, al igual que ellos no verán a sus hijos. Y eso me duele».

Los detalles del ataque de su hijo fueron aterradores: según las autoridades, compró dos rifles y 375 rondas de municiones antes de la masacre y se atrincheró dentro de aula durante más de una hora. Un estudiante lo grabó diciéndoles a los niños: «Es hora de morir».

A pesar de la espantosa masacre que llevó a cabo el martes, Ramos insistió en que su hijo era «una buena persona» que se «pegaba a sí mismo». Afirmó no tener idea de por qué su hijo se volvió tan violento o por qué atacó la escuela.

Pero dijo que notó un cambio en su hijo en los últimos meses: un par de guantes de boxeo que compró y comenzó a probar en un parque local. «Le dije, ‘Mijo, un día alguien te va a patear el trasero’», recordó Ramos. «Empecé a ver diferentes cambios en él así».

Según los informes, el joven tenía mala relación con su madre y había abandonado la escuela secundaria antes de graduarse este año. Su padre admitió que no había pasado mucho tiempo con él últimamente porque estaba trabajando fuera de Uvalde —cava hoyos alrededor de los postes de luz para inspeccionarlos— y por la pandemia.

«Mi madre me dice que probablemente él también me habría disparado, porque diría que no lo quería», le dijo a ‘The Daily Beast’. Ramos también criticó a la madre de Salvador, Adriana Reyes, por no comprarle más material escolar y ropa. Dijo que su hijo fue acosado en la escuela por usar los mismos pantalones todos los días, y que esa fue la razón por la que finalmente abandonó la escuela.

Por su parte, Salvador Ramos padre tiene un historial criminal que incluye al menos una condena por agresión y lesiones corporales a un familiar. Actualmente tampoco tiene relación con su hija, la hermana del asesino, quien dijo que también estaba molesta con él por no pasar suficiente tiempo con la familia.